El proyecto de ley de lemas, ahora rebautizado como de voto preferencial presidencial parece que no llegará a la segunda vuelta, ya que ni siquiera ha sido formalmente introducido en la agenda legislativa y confronta un rechazo casi total de la opinión pública.

Los eventos de la semana parecen indicar que el grupo de los tres precandidatos perredeistas integrado por Milagros Ortiz Bosch, Rafael Suberví Bonilla y Emmanuel Esquea se han autoinmolado al promover una reforma electoral sin reales posibilidades de materializarse ya a menos de cuatro meses para los comicios presidenciales.

Lo que emerge claro es que el presidente Hipólito Mejía, prácticamente solo, ganará la votación primaria de mañana domingo y será proclamado y aceptado como candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), aunque en las peores circunstancias con una devaluación que ya ronda el 200 por ciento en 15 meses.

[b]RECHAZO CASI TOTAL[/b]

Al caer la semana parecía que el nuevo proyecto de ley de lemas, aún rebautizado como de voto preferencial presidencial” se había quedado sin más patrocinio que el de su autor material el doctor Tirso Mejía Ricart y el grupo de los tres precandidatos antireeleccionistas.

El apoyo que se esperaba de algún sector importante del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) no se ha producido y el bloque legislativo del mismo parece unificado en su rechazo, a lo que se suma el de los legisladores perredeístas de la tendencia que encabeza el presidente del partido blanco Hatuey de Camps.

La gran mayoría de los artículos y editoriales publicados sobre el tema han coincidido en considerar el proyecto inconstitucional, divorciado del ejercicio democrático y perturbador del proceso organizativo de las elecciones presidenciales del 16 de mayo.

El rechazo ha sido contundente en los ámbitos de la sociedad civil, especialmente por parte de la Coalición por la Transparencia y la Institucionalidad, integrada por un arcoiris de decenas de organizaciones sociales que van desde el Consejo Nacional de la Empresa Privada, hasta entidades profesionales, sindicales, religiosas y comunitarias.

El miércoles fue reunida la Comisión de Alto Nivel del Diálogo Nacional, integrada con representaciones de los partidos mayoritarios y de organizaciones sociales, y allí el doctor Mejía Ricart quedó absolutamente solo y aislado en la defensa de su proyecto. De ahí salió uno de los comunicados más enérgicos, bajo el título de “llamado a la sensatez”, publicado el viernes.

Por su parte el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) integró un frente contra el proyecto junto a siete organizaciones políticas, entre ellas dos que en el pasado reciente fueron aliadas del PRD, el Partido de los Trabajadores Dominicanos y el Partido Nacional de Veteranos y Civiles.

Los exjueces electorales Juan Sully Bonelly y Julio César Castaños Guzmán fueron terminantes en proclamar la inconstitucionalidad del proyecto que busca la multiplicidad de candidatos presidenciales por partido, y sobre todo las graves dificultades que implicaría su ejecución a menos de 4 meses para los comicios.

Tras rechazar que los votos depositados por varios candidatos puedan ser transferidos a otro, insistieron en la irretroactividad de la ley, en vista de que cinco partidos ya tienen su candidato presidencial, y llamaron la atención sobre las dificultades y la inequidad que implicaría una boleta donde uno a varios partidos pudieran tener hasta 5 candidatos y otros uno solo.

El presidente de la Junta Central Electoral, doctor Luis Arias, sin rechazar formalmente la reforma del sistema electoral, volvió a advertir el jueves que su adopción sería perturbadora del proceso organizativo de los comicios presidenciales.

[b]HUÉRFANO EN EL CONGRESO[/b]

La orfandad del proyecto de voto preferencial presidencial fue patente en la sesión de la Cámara de Diputados convocada para el jueves. Cientos de militantes políticos y de la sociedad civil rodearon el edificio congresional, sin que se pudiera reunir el quórum para abrir la sesión.

Aunque numerosos diputados y diputadas del PRD abogaban por el conocimiento y aprobación de la pieza, no se veía claramente quiénes eran sus sustentadores dentro de la cámara.

El presidente del organismo, Alfredo Pacheco, aplazó la sesión sin fijar fecha, mientras se desligaba del proyecto, que en verdad nunca ha patrocinado, como tampoco lo ha hecho el presidente del Senado, Jesús Vásquez Martínez. Más aún, demostrando que no tiene ninguna prisa, dijo que en una próxima sesión lo que va es el conocimiento de un proyecto de modificación del reglamento de la cámara baja.

Además, Pacheco reiteró que de ninguna forma festinaría el conocimiento de la propuesta legislativa, comprometiéndose con dirigentes de la sociedad civil a que sería estudiada minuciosamente e incluso sometida al proceso normal de vistas públicas. En lo inmediato había sido sometida a estudio de una comisión de asesores, cuyo dictamen, según fuentes de crédito fue demoledor. Calificaron el proyecto como “un mamotreto indigno de quienes lo elaboraron”

La cámara de Diputados está integrada por 72 perredeístas, 43 del PLD y sus aliados y 35 reformistas. De los del PRD 14 que siguen las orientaciones de Hatuey de Camps no atendieron la convocatoria del jueves y se afirma que no aprobarán el proyecto. En tal circunstancia el voto blanco se reduciría a 58, faltándole 18 para la mayoría absoluta necesaria para sesionar.

Algunos reformistas, especialmente tres o cuatro bajo influencia del caudillo higueyano Amable Aristy Castro, podrían colaborar para el quórum. Se temía que otros pudieran ser “conquistados”, lo mismo que algunos de los de Hatuey de Camps, pero no la cantidad necesaria para sacar adelante la reforma.

Un avezado legislador reconoció la posibilidad de la “conquista”, modo eufemístico de llamar a la compra de votos, pero advirtió que aparentemente nadie está muy interesado en ofertar y, por demás, con un rechazo tan generalizado se hace muy difícil que aparezcan muchos tránsfugas.

[b]¿CAYERON EN UN GANCHO?[/b]

Entre analistas políticos se expande la hipótesis de que Milagros, Fello y Esquea cayeron en un gancho que les puso el Proyecto Presidencial Hipólito (PPH). Fueron inducidos a patentizar y elaborar el proyecto de ley, sabiendo que confrontaría una oposición generalizada, con dos objetivos: entretenerlos mientras llegaba la votación primaria de este domingo, a la que ellos habían renunciado, y al mismo tiempo dejarlos mal parados frente a la opinión pública y la militancia partidista.

El efecto ha sido negativo particularmente para la vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch, estimada entre los más institucionalistas, y de mayor sentido ético en el PRD, la que junto al doctor Rafael Suberví ha disfrutado de amplias simpatías en el partido. El doctor Emmanuel Esquea rechazó el proyecto de reforma desde su primera versión, y no lo hizo público por condescendencia con sus aliados.

Hasta mediados de la semana, el grupo de los tres creía que el PPH suspendería la votación de este domingo, “en aras de la unidad” y en espera de la aprobación de la reforma electoral. Pero en vez de ello le pusieron “contrincante” a Mejía en la persona del doctor Frank Joseph Thomén, a quien se atribuye hasta el haber organizado una cena muy recientemente en Santiago pro recaudación de fondos para la campaña de repostulación.

Así las cosas, se puede esperar que una vez sea electo Hipólito Mejía como candidato del PRD, en una convención validada de antemano por la Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral, se reduzca aún más el interés de él y su grupo por invertir recursos, tiempo y riesgos en la discutida reforma electoral. Ya no tendrían necesidad de correr el riesgo de que Milagros o Fello, como han advertido varias encuestas, puedan sacar más votos que Mejía en la primera vuelta del 16 de mayo. Ellos ya no serían candidatos del PRD. Y pretender validar una instancia ante la Suprema Corte para que les permita postularse como independientes, sin llenar los requisitos legales, para lo cual ya venció el límite de tiempo, luce otra quimera.

[b]EN LAS PEORES CIRCUNSTANCIAS [/b]

Todo parece apuntar a que el agrónomo Hipólito Mejía conseguirá su sueño de ser nuevamente candidato presidencial por el PRD, pero en circunstancias tan cuesta arriba que parece una locura, porque tendrá un amplio frente interno en contra, porque juntará de nuevo a los tres grupos aliados y a los sectores que encabezan Hatuey de Camps y Ramón Alburquerque.

Lo peor es que la proclama de la candidatura de Mejía se producirá en medio de un deterioro económico tan progresivamente grave que ningún analista desapasionado le confiere posibilidad de conseguir la mitad de los votos dentro de 4 meses.

Esta semana el peso pasó la barrera de 50 por dólar, sin perspectivas inmediatas de contención. Las facturas de la electricidad circuló con nuevas alzas y para este fin de semana se aplicarán nuevos aumentos que llevarán la gasolina Premium cerca de los 90 pesos el galón y la Regular a más de 80 a consecuencia de la devaluación y de que el barril del petróleo superó esta semana los 34 dólares. La semana pasada los precios de los combustibles se establecieron sobre la base de una tasa cambiaria de 41 pesos por dólar.

Todo eso junto a los nuevos impuestos apunta a otras oleadas inflacionarias y a mayor rechazo del gobierno que dentro de 12 días podría estar enfrentando una paralización general de dos días. Los diarios informan cada vez mas frecuentemente sobre aumentos de precios del 40, 60 y hasta el 100 por ciento. Y a medida que se acerquen los comicios, mayor será la incertidumbre y peor podría ser la crisis económica y, en consecuencia, más remotas las posibilidades de una reelección presidencial.-