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CUSCO, Perú (AFP).- La Comunidad Sudamericana de Naciones, que agrupa a 12 países, nació formalmente este miércoles en la ciudad peruana de Cusco, con lo que se da comienzo a un ambicioso proyecto de integración regional cuyos alcances reales aún están por definirse.
El documento conocido como Declaración de Cusco se convierte en la partida de nacimiento de esta entidad que agrupa a los cuatro países del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), los cinco de la Comunidad Andina (Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia), más Chile, Surinam y Guayana.
El presidente peruano, Alejandro Toledo, señaló que «estamos aquí para ponerle carne y hueso; alma, corazón y vida al sueño de (Simón) Bolívar», en un discurso pronunciado frente a los presidentes de Bolivia, Carlos Mesa; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Colombia, Alvaro Uribe; Chile, Ricardo Lagos; Guyana, Bharrat Jagdeo; Surinam, Ronald Venetiaan, y Venezuela, Hugo Chávez.
Los mandatarios de Argentina, Néstor Kirchner; Ecuador, Lucio Gutiérrez; Paraguay, Nicanor Duarte, y Uruguay, Jorge Batlle no asistieron por diversos motivos, pero dejaron en claro su respaldo a la decisión.
«Hoy somos testigos de un nuevo nacimiento. Somos 361 millones de habitantes, con una extensión de más de 17 millones de kilómetros y una deuda externa de más de 315.000 millones de dólares», dijo el presidente peruano en una ceremonia realizada en el templo sagrado inca de Qoricancha en Cusco.
En la misma ceremonia el presidente boliviano, Carlos Mesa, dijo que «Cusco es hoy el escenario de un encuentro de América del Sur. Cusco recoge el mensaje de la historia que es el mensaje de la unidad a través de lo que los incas convirtieron en un símbolo: la infraestructura y las vías de comunicación».
El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que «por fin vamos a dar un paso en la dirección correcta. Habrá que construir, a punta de sudor y de piedra, el gran Cusco de Sudamérica, como una piedra eterna, que refleje el sueño de los libertadores».
En la Declaración de Cusco, los presidentes señalan que «interpretando las aspiraciones y anhelos de sus pueblos a favor de la integración, la unidad y la construcción de un futuro común, hemos decidido conformar la Comunidad Sudamericana de Naciones». En el mismo se indica que el espacio sudamericano se desarrollará y perfeccionará impulsando la «concertación y coordinación política», y «la profundización de la convergencia entre el Mercosur, la Comunidad Andina y Chile, a través de la zona de libre comercio».
Una alta fuente gubernamental peruana indicó a la AFP que tras la creación del ente no existe un cronograma sobre cómo se hará el avance, y más bien se mantendrán los procesos de integración económicos ya existentes. Aclaró que no habrá nuevas instituciones, atendiendo los temores de algunos países de que se podría generar un problema de burocratización.
En lo inmediato la única decisión es que Brasil se encargará de realizar en el primer semestre de 2005 la I Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Esas son las certidumbres en un proceso que no tiene un trazado preciso. Como ejemplo, Venezuela se inclinaría por concentrarse en una mayor cohesión política (para no avanzar al ritmo de los empresarios y del neoliberalismo, dijo Chávez), mientras que para el presidente colombiano, Alvaro Uribe, se debe privilegiar lo económico y se debe orientar el esfuerzo hacia una unión aduanera.
¿Con qué plazos? Para el secretario general de la CAN, el peruano Allan Wagner, una unión total similar a la de la Unión Europea, se debería producir en unos 15 años, mientras que el presidente Chávez estima en 20 años dicho plazo.
Y es el mismo mandatario venezolano quien define con una frase la situación: «la creación de la Comunidad es para iniciar la marcha; luego las condiciones hay que irlas creando».
