El grupo Hezbolá mata siete soldados de Israel

El grupo Hezbolá mata siete soldados de Israel

AITA AL-CHAAB, Líbano,  (AFP).- El Hezbolá chiita libanés mató a siete soldados israelíes y capturó a dos ayer, miércoles, en la frontera israelo-libanesa, lo que provocó una importante respuesta israelí contra el sur de Líbano.

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó que aquellos que atacan a Israel “serán vencidos” y “pagarán un alto y doloroso precio” por sus actos.

Olmert se negó a negociar la liberación de los soldados, y desplegó una división de reservistas (6.000 hombres) a la frontera con Líbano.

El jefe del gobierno libanés, Fuad Siniora, contactó con el secretario de Naciones Unidas, Kofi Annan, para pedirle que “impida una escalada de la agresión” israelí, tras una reunión con representantes de la ONU.

El Hezbolá anunció en un comunicado que capturó a los dos soldados y quiere canjearlos por detenidos en Israel, sin precisar cuáles.

El anuncio de la captura fue recibido por intensas manifestaciones de alegría en el suburbio chiita de Beirut controlado por el Hezbolá.

“Conforme a su compromiso de obtener la liberación de los prisioneros y detenidos, la Resistencia Islámica (brazo armado de Hezbolá) capturó a las 09H05 locales (06H05 GMT) a dos soldados israelíes en la frontera con Palestina ocupada (Israel)”, según el comunicado del Hezbolá.

“Los dos prisioneros israelíes fueron llevados a un lugar seguro”, indica el texto.

Según la Policía libanesa, los dos soldados fueron secuestrados en territorio libanés, en la región de Aita al Chaab, cercano a la frontera israelo-libanesa, donde una unidad israelí había penetrado en la mañana.

La operación del movimiento chiita constituye un golpe duro para Israel, ya comprometido en una ofensiva mayor contra la franja de Gaza para tratar de recuperar a un cabo raptado el 25 de junio por combatientes palestinos que quieren intercambiarlo por detenidos palestinos.

Estados Unidos condenó los secuestro, así como la Unión Europea (UE) y Rusia.

“Condeno el secuestro hoy por el Hezbolá, una organización terrorista, de dos soldados israelíes”, declaró en un comunicado la jefa de la diplomacia norteamericana, Condoleezza Rice.

La UE pidió al gobierno libanés que asuma “sus responsabilidades” para evitar una escalada de la violencia.

Por último, Rusia pidió la “liberación inmediata” de los soldados y se declaró “preocupada” por la escalada de violencia que “amenaza con destruir la frágil estabilidad en Líbano”.

El secuestro de los dos soldados provocó la primera operación militar del ejército israelí en suelo libanés desde su retirada de este país en el 2000.

Paralelamente, siete soldados israelíes murieron en la frontera con Líbano durante la jornada.

Cuatro soldados israelíes murieron cuando su tanque fue atacado en la frontera con Líbano, indicó un portavoz del ejército del Estado hebreo, horas después de que murieran otros tres militares israelíes durante el secuestro de los dos soldados.

Dos civiles libaneses murieron y cinco resultaron heridos por los disparos de la artillería y los ataques aéreos, que continuaban durante la tarde, según la Policía libanesa.

Los bombardeos contra puentes dejaron aislado el sector oriental, en particular la región de Tyr (90 km al sur de Beirut), de la parte sur del Líbano, según corresponsales en el terreno.

En la mañana, decenas de cohetes de tipo Katiusha y obuses de morteros disparados desde el Líbano cayeron en alta Galilea al norte de Israel, causando cuatro heridos, según el ejército israelí.

En octubre de 2000, el Hezbolá capturó a tres soldados israelíes en el sector de las granjas de Cheeba. Sus cuerpos fueron canjeados en enero de 2004 por detenidos libaneses y árabes en Israel, después de largas negociaciones indirectas.

 
Contra el Líbano

JERUSALEN (AFP).- El gobierno israelí autorizó ayer, miércoles, por la noche la realización de acciones militares en Líbano, tras el secuestro de dos soldados del Estado hebreo por parte del movimiento integrista Hezbolá, un hecho calificado de “acto de guerra” por el primer ministro Ehud Olmert.

“Israel reaccionará de forma adecuada porque es evidente para todo el mundo que la responsabilidad de este caso recae en el gobierno libanés”, explicó Yitzhak Herzog, miembro del gabinete de seguridad.

Dos semanas después de que un cabo del ejército hebreo fuera capturado por tres grupos armados palestinos, lo cual provocó una impresionante ofensiva en la franja de Gaza, Israel contempló impotente el miércoles la apertura de un nuevo frente en Líbano, su enemigo del norte.

Hasta ahora, ocho soldados israelíes murieron y otros dos fueron secuestrados en la frontera con Líbano, lo cual obligó al Estado hebreo a realizar su primera incursión en el país vecino desde mayo del 2000, cuando se retiró de este territorio.

Al mismo tiempo, sus aviones bombardearon un puente situado 15 km al sur de Beirut y otro puente a la entrada de la ciudad de Saida, a unos 40 km al sur de la capital libanesa.

El Hezbolá, movimiento chiíta libanés, ‘patrocinado’ por Irán y Siria, ambos enemigos del Estado hebreo, secuestró a dos soldados en la frontera entre ambos países para intercambiarlos por presos encarcelados en Israel.

“Nuestro objetivo es hacer un intercambio, no arrastrar a Líbano a una guerra”, aseguró el líder de Hezbolá, Hassan Nasralá.

“No negociaremos y no cederemos ante el terrorismo”, respondió el primer ministro israelí, Ehud Olmert, que envió urgentemente a la frontera norte 6.000 oficiales de reserva.

Olmert acusó además al gobierno de Beirut de ser responsable del secuestro de sus soldados, un hecho que comparó a un “acto de guerra”.

“Una cosa debe quedar clara: se trata de un acto de guerra, que no es fruto de ninguna provocación, contra el territorio soberano del Estado hebreo”, declaró el jefe de gobierno, que recibió el total apoyo de Washington para esta ofensiva contra Líbano.

Tajante, Olmert garantizó que aquellos que atacan al Estado hebreo “serán vencidos” y “pagarán un alto precio” por sus actos.

Pero por ahora, el precio más alto lo paga Israel: ocho de sus soldados murieron durante la jornada en diferentes enfrentamientos en esta zona de frontera.

Por su parte, el ejército israelí mató a un militante de Hezbolá, que intentaba infiltrarse en un puesto militar en la frontera.

“Este incidente marca un punto y aparte. Reaccionaremos con toda nuestra fuerza”, aseguró el general Udi Adam, responsable del comando norte del ejército israelí.

Varios misiles fueron disparados desde el sur del Líbano contra el territorio hebreo, pero no provocaron víctimas. Israel respondió y al menos dos civiles libaneses murieron.

Al mismo tiempo, las tropas israelíes no cedieron un ápice en su ofensiva en Gaza, donde se multiplicaron las incursiones, los ataques aéreos y los bombardeos.

Para los responsables israelíes, el Estado hebreo se encuentra amenazado por dos fuegos que se comunican entre sí.

“No me sorprendería que hubiera una coordinación entre Irán, Hezbolá y Hamas. La coordinación entre Hezbolá y Hamas existe desde hace mucho tiempo”, declaró el ex jefe del Estado mayor israelí, Amnon Lipkin Shahak.

Según Ghazi Hamad, portavoz de Hamas, movimiento islámico que controla el gobierno palestino, la captura de los dos soldados por parte de Hezbolá “es una reacción natural a la ocupación de los territorios palestinos”.

En las últimas horas, varias columnas de tanques penetraron algunos centenares de metros por diversos puntos de Gaza y bloquearon una de las dos carreteras que recorren la franja de norte a sur.

En total, 23 palestinos murieron el miércoles en Gaza y casi 70 perdieron la vida desde que el ejército israelí lanzó una ofensiva terrestre en la región hace una semana para interrumpir el lanzamiento de los cohetes Al Qassam hacia su territorio y liberar a un soldado secuestrado por grupos palestinos el 25 de junio.

El drama más terrible de las últimas horas tuvo lugar en un barrio popular de la periferia de Gaza, donde nueve personas de la misma familia murieron en un bombardeo del ejército israelí, en el que el máximo líder militar de Hamas, Mohammed Deif, uno de los hombres más buscados por el Estado hebreo, resultó herido.

Deif, líder de las brigadas Ezzedin Al Qassam, brazo armado de Hamas y considerado por Israel el artífice de numerosos atentados suicidas, fue rescatado con vida en el ataque y operado poco después.

Poco después, las brigadas Ezzedin Al Qassam prometieron una venganza “fuerte y dolorosa” a este bombardeo en Gaza.

Todos estos acontecimientos hacen que Oriente Medio se halle inmerso en una de sus peores crisis de los últimos tiempos ante la cual no sirven de gran cosa las tibias exigencias de la comunidad internacional, impotente ante el rebrote de violencia.

Desde Ramala (Cisjordania), el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, subrayó el fracaso de la política israelí y el riesgo de que la región sufra una “aceleración de la espiral de violencia”.

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