El hedor que despiden los presos que son bajados a los tribunales del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, luego de que amanecen detenidos en los destacamentos policiales y de que pasan por la cárcel de la Fiscalía del Distrito Nacional, dificulta la celebración de las audiencias.
La denuncia a partir de la indagación de esta situación es de que a los presos no se les facilita la higiene en la cárcel de la Fiscalía, pese a que fue remodelada recientemente.
El penetrante mal olor de los reos causa que custodias, fiscales y defensores eviten acercarse, y esto se debe a que a los presos no se bañan.
La fetidez de los reclusos donde más se siente es en la puerta 25 de la Fiscalía, donde opera la Oficina de Jurisdicción Permanente y a donde primero son llevados los detenidos para que un juez les conozca la medida de coerción que lo pone en prisión, previo al juicio de la Instrucción.
En esa sala recurren a regar polvo de café para contrarrestar la pestilencia. Fiscales, abogados y defensores públicos dicen que en ocasiones no pueden acercarse a los reos y reclamaron que les permitan bañarse.