El helicóptero de la esperanza

El helicóptero de la esperanza

ABEL ASTACIO
El miércoles pasado viajaba por la carretera que comunica la ciudad de Hato Mayor con El Seibo. Antes de llegar me cruzó un helicóptero a la derecha, el cual observé muy bajito y lo perseguí con los ojos hasta que desapareció. Cuando llegué a  El Seibo observé un movimiento inusual en la población; muchos motores y la gente corriendo para un lado y  para el otro.

Le pregunté a un guardia que prestaba servicios en la fortaleza y me contestó: Lo que pasa es que por ahí anda el helicóptero de Amable y hasta yo, si no estuviera de servicio, fuera porque el hombre «da».

Cuando llegué a mi destino final, a la ciudad de Higüey, me detuvo el color rojo del semáforo, a mi derecha un moto conchista con una joven esperaban sin cesar el cambio de luz. Le dije al motorista ¿y este semáforo es de Amable? El me contestó: Yo no sé el semáforo pero Higüey entero es de Amable. Pasaron varios días y observé el mismo helicóptero rescatando gentes en la tragedia de Noel, y estando en la ciudad de Santiago observé llegar la primera ayuda a los damnificados de la tormenta Olga en el famoso helicóptero del candidato reformista.

Por varias vías me han informado que ya el pueblo conoce el helicóptero de Amable y desde que aterriza la gente lo espera, porque al despegar lanza papeletas que satisfacen el ansia de la espera. También me han contado que cuando el aparato cruza cerca de un poblado, la gente le hace señas para que aterrice. Eso está demostrando que el de Amable es el helicóptero de la esperanza.

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