El hito de los 2.000 muertos despierta
protestas en todo Estados Unidos

El hito de los 2.000 muertos despierta <BR>protestas en todo Estados Unidos

Por Piedad Viñas
 Washington, 26 oct (EFE).- Con lemas como «2.000 muertos de más» o «*Cuántos más?», varios grupos pacifistas salen a la calle hoy para exigir el fin de la guerra en Irak, impulsados por el efecto provocado por la llegada a los 2.000 caídos en el conflicto.

   La madre de uno de los soldados fallecidos, Cindy Sheehan, conocida ya como la ‘madre pacifista’ encabeza una de esas protestas ante la Casa Blanca, para reclamar la vuelta a casa de los alrededor de 150.000 efectivos estadounidenses que siguen en Irak.

   La organización liberal «MoveOn.org» ha convocado más de 1.200 vigilias en todo el país, desde Alaska hasta Alabama, para honrar a los fallecidos y para pedir al Gobierno la retirada inmediata de las tropas.

   Esta misma organización recuerda en su página de internet que es hora de rendir homenaje a las víctimas de este conflicto y de recordar a todos que los jóvenes estadounidenses siguen muriendo todos los días y «sus ataúdes han sido ocultados» al público.

   La coalición «United for peace and justice», que agrupa a más de 1.000 grupos y organizaciones de todo el país, ha organizado también acontecimientos por todo EEUU para pedir el fin de la guerra y el regreso de los soldados estadounidenses.

   «*Cuántos más?», es la pregunta que se repite durante toda la jornada pero el Gobierno y su presidente, George W. Bush, parecen no tener respuestas ni a esa cuestión ni a la de *hasta cuándo va a durar el conflicto?

   Hasta ahora, Bush siempre ha contestado lo mismo: que hay que completar la misión, que se necesita más sacrificio, que EEUU se quedará en el país árabe hasta que sea necesario y que la retirada no está entre sus opciones.

   El presidente, que hoy ha ofrecido un discurso en el Club Económico de Washington, no ha mencionado la palabra Irak en ningún momento de su intervención.

   Pero antes de acudir a ese acto, Bush recibía en la Casa Blanca a su embajador en Bagdad, Zalmay Khalilzad, quien ha declarado en conferencia de prensa que «los estadounidenses deberían estar orgullosos del papel que, como nación, estamos jugando en Irak».

   El embajador ha apuntado, además, la posibilidad de que EEUU pueda recortar su presencia en Irak en 2006.

   «Creo que es posible que podamos ajustar nuestras fuerzas y reducirlas en el curso del próximo año. Es posible dado el positivo desarrollo político y el continuo crecimiento de la credibilidad de las fuerzas iraquíes», dijo.

   Es una posibilidad que no sólo reclaman los pacifistas, sino que también son cada vez más los dirigentes políticos que apuestan por un plan de salida.

   Es el caso del senador John Kerry, el rival demócrata de Bush en las pasadas elecciones, quien manifestó hoy que EEUU debería retirar a unos 20.000 soldados las próximas navidades, siempre y cuando se desarrollen con éxito las elecciones iraquíes previstas para diciembre.

   En su opinión, la administración Bush debería hacer un plan de retirada en varias fases, coincidiendo cada una de ellas con acontecimientos políticos en el país árabe.

   Desde el Gobierno no se ha producido ninguna reacción a su planteamiento como tampoco ha habido ninguna referencia directa al trágico hito de los 2.000 muertos.

   Sin embargo, esta cifra, que según los expertos tiene un claro efecto psicológico, ha quedado grabada no sólo en los pacifistas, sino también en los ciudadanos de a pie o en la prensa, que hoy recuerda quiénes eran los caídos, de dónde procedían, cómo murieron y qué piensan sus familias.

   Algunos medios, como el diario «The New York Times», publican incluso las fotografías de los últimos 1.000 fallecidos, en su mayoría jóvenes en la veintena, de raza blanca y soldados rasos.

   Otros, como la cadena de televisión CNN, relatan sus historias personales y los apodos con los que se les conocía.

   A uno de los fallecidos le llamaban, por ejemplo, «Superman» por su impresionante seguridad que hacía que todos le viesen como invencible, y a otro le conocían como «Rata» porque nunca tiraba nada y siempre estaba rodeado de restos de cosas.

   Ambos forman parte de una lista negra que hoy ya ha aumentado a 2.001 pero que es mucho más corta que la que recoge las bajas iraquíes, situadas en torno a las 30.000. EFE

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