El hombre con cruz a cuestas llegó ayer a
ciudad Santiago

El hombre con cruz a cuestas llegó ayer a <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2006/08/84C1CD2F-FD0C-443B-9974-1ABEA93F390C.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=268><noscript><img
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Por SANTIAGO GONZALEZ
SANTIAGO.-
El hombre de la Cruz, quien el viernes pasado inició un peregrinaje desde Dajabón hasta el Distrito Nacional en protestas por el mal estado de la carretera Capotillo, la cual asegura ha enfermado a sus hijos, ha recorrido ya sus primeros 150 kilómetros, tiene los pies llenos de llagas, con buen animo, pero sin respuesta de las autoridades a sus demandas.

No obstante, Ángel Sosa, el caminante, con la cruz acuesta sigue decidido a cumplir su promesa de pararse frente al Palacio Nacional y gritar a puro pulmón, “por amor a Dios cumplan lo que le dijeron a nuestra gente”, pero para poder lograrlo tiene que caminar aún 155 kilómetros.

En la medida que avanza Sosa parece fortalecer su espíritu porque personas solidarias, le reciben como héroes, le compran comida, lo alojan y hasta lo hacen un protagonista de una historia que cada vez evidencia más la cruel realidad de los residentes de la Línea Noroeste.

Ayer Sosa llegó a Santiago al mediodía, lo recibieron líderes populares, sindicales, religiosos y choferiles, que le acompañaron hasta el canal Telemedios Dominicana, Canal 25 donde en el programa El Show de Nelson, le prometieron la entrega de un motor y una televisión para los hijos.

Aquí Sosa dijo que el presidente Leonel Fernández se casa con la gloria, y no él, si termina el tramo carretero de 23 kilómetros que afectan las labores productivas y del transporte de la zona. El peregrino tiene seis hijos en dos matrimonios y su esposa Carmen vino hasta Navarrete para decirle que estaba orgullosa de él y que sus hijos sentían una gran admiración por lo que hacía por ellos.

El sacerdote Roberto Guzmán, párroco de la iglesia Nuestra señora del Rosario, en Dajabón, le acompañó ayer en una parte del trayecto en un gesto de solidaridad y dijo que su labor era profética. En la tarde de ayer miércoles el hombre de la Cruz, descansó para continuar hoy en el trayecto Santiago-La Vega.

Dijo que no va a dejar su protesta, porque no se trata de un asunto personal que busque beneficios para él. “Yo sé que algunos medios han dicho que si me dan un trabajo, si me regalan esto o aquello yo retiro el propósito que tengo, pero están equivocados”. Con un sombrero de cana y una camiseta que reza “En Dajabón queremos ver el Progreso”, el caminante va a paso firme, en compañía de militantes comunitarios que han hecho suya la causa, pero sin caminar.

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