POR JUAN MARIA RAMIREZ
El peregrino Angel Ramón Patricio Sosa entró ayer a Pedro Brand, provincia Santo Domingo, donde fue recibido por decenas de hombres, mujeres y niños, con más valor y decisión para pedir al presidente Leonel Fernández lo que considera obras prioritarias para Dajabón, la construcción de carreteras y al menos tres escuelas.

Para hoy Sosa tiene programado llegar al Palacio Nacional, donde no pierde la confianza de entregarle un documento al presidente Fernández  con el pliego de reivindicaciones.

Anoche Sosa pernotó en la casa número 36 de la calle Doña Fefa esquina autopista Duarte, propiedad del joven Randy Díaz, quien la prepara fines de alquiler.

Sosa tiene programado llegar al kilómetro 9 de la Autopista Duarte antes del mediodía, donde varios autobuses vendrán con decenas de personas de Dajabón a darle apoyo y acompañarlos hasta la ruta final, el Palacio Nacional, donde su mayor anhelo es entregarle personalmente una carta al mandatario.

A pesar de sus pies llenos de llagas, maltratado por el sol y el humo de los vehículos que transitan por la autopista Duarte, Sosa no desmaya en su exigencia de que el mandatario cumpla con las promesas que hizo a los habitantes de Dajabón durante la campaña.

Específicamente Sosa exige la reconstrucción de dos carreteras: la comunica a Dajabón con Loma de Cabrera, de aproximadamente 22 kilómetros, y la que va desde Santiago de La Cruz hasta El Pino, con una extensión de 18 kilómetros. Sosa, quien salió de su pueblo el pasado día 3, demanda además, que el Presidente de la República acuda en auxilio de tres escuelas que se encuentran en pésimas condiciones a pocos días del inicio del año escolar.

NO A LA VIOLENCIA

Aclaró que la radicalización de su lucha será siempre pacífica, nunca con la violencia, porque está consciente que este método siempre deja pérdidas humana, que es lo que no quiere. Para él la vida es lo más preciado, por eso su lucha es porque no haya más contaminación por el polvo que se levanta en las vías y porque los niños reciban el pan de la enseñanza con algo de seguridad.

Respondiendo con muy buenas coordinación y conciencia de lo que hace, Sosa denunció que en dos ocasiones fue maltratado por la gobernadora de la provincia de Dajabón cuando trató de llegar a sus oficina en el centro de la ciudad, en protestas similares a la que encamina hoy hacia la Presidencia de la República.

LO MALTRATARON

Recuerda que el 4 de febrero pasado fue interceptado por dos policía al servicio de la gobernación que trataron de arrancarle la cruz por la fuerza y golpearlo, pero gracia a la intervención de algunas personas salió ileso. Mientras que el 4 de marzo repitió la protesta, con el madero al hombro, pero esta vez los agentes arrancaron la cruz y uno de ellos trató de ahorcarlo, pero que nuevo encontró el auxilio de decenas de personas que salieron a defenderlo.

La cruz que lleva Sosa desde Dajabón y que pretende llevar hoy al Palacio Nacional tiene una altura de 13 pies con 2 x 3 metros de ancho.

Sosa, con 39 años, tiene  6 hijos, Angela, de dos años y medio; Juan Pablo, de 3 años y medio;  Gandy, 6 y 6 meses; Jeison, 10 años, León, con 13, y Angel Llemi, con 15.

Expresó que tomó la decisión de llegar al Palacio Nacional porque las autoridades de Dajabón no hicieron caso a su exigencia, que no son suya, sino de la población que no cuenta con interlocutores para que escuche su voz. A medida que se aproxima a su destino, el perigrino consita más apoyo, ayer llegaron junto él varios vecinos de Dajabón como Polito, Martí Castillo y Epifanio José Sénchez (amigo Fano), así como su hermano mayor, Carlos Sosa.

Luego de una hora en Pedro Brand, a las 6:00 de la tarde, pidió la bendicón al sacerdote Gabriel Díaz, quien estaba de visita en la comunidad quien no titubeó en tocar la cabeza del peregrino y rogar a Dios por este hombre que representa a todo un pueblo.