El hombre que viste las paredes

El hombre que viste las paredes

Arte y Pedro Oviedo son palabras que se pertenecen mutuamente.

Y es que desde su llegada a este mundo un 11 de enero de 1947 los caminos de  la vida de este pintor decorativo se fueron enrumbando por los destinos del arte.

“Desde que cursaba la primaria, siempre estuve inclinado a la pintura. En el colegio siempre tuve predilección por las artes manuales ”, señala Oviedo.

De ahí que sus mejores calificaciones  fueron en esa área, hecho que sólo servía como preludio de que aquel niño, que era  muy bueno en las artes, se convertiría al crecer en uno de los mejores pintores decorativos del mundo.  

Sangre de artista
“Dime en qué familia naces y te diré qué serás” es una frase que no puede adjudicársele a todo el mundo, pero sí a Pedro Oviedo.

Y es que los parientes  de este pintor decorativo conforman  lo que se podría denominar una familia de artistas.

“Mi padre Tomás Oviedo, era poeta y escritor, mi tío,  el maestro Ramón Oviedo; es un conocido pintor, Luis y Aracelis Oviedo,  también son pintores, y hay cantantes como Corín Oviedo, por lo que  en mi  familia corre  esa sangre de artista”, indica.

Sin embargo, según el mismo Pedro cuenta, fue al asistir a una feria de diseño de moda, celebrada en Alemania, cuando decidió que se dedicaría a las artes aplicadas sobre superficie.

“Vi a unas jóvenes pintando unas paredes y me acerqué y les pregunté qué estaban haciendo y ellas me respondieron que arte Faux”, recuerda Pedro.

Al llegar a Santo Domingo buscó datos sobre este tema y como no los encontró, viajó a  Florida, Miami. En una de las librerías de allá encontró un libro de Bob Mark que anunciaba su escuela de arte decorativo en Long Island. Fue ahí  donde a través de cursos (desde los básicos hasta los más avanzados) este gran artista sentó las bases académicas de  su exitosa carrera.

Vestir paredes
Así llama Pedro al resultado de la suma de los colores, su imaginación y su talento cuando se expresan en uno de los diseños que aplica sobre superficies.  

“A diferencia de las artes plásticas, que implica colocar una obra de arte sobre la pared, las artes aplicadas consisten en vestir la  pared misma”, indica Pedro.

Así, el artista enfatiza que a través de este tipo de arte puede hacer que una pared nueva luzca  vieja, que una pared de madera parezca de mármol o  una de cemento de metal.

En fin como él mismo señala: “Su imaginación es nuestro límite”, por lo que  siempre estará presto a usar el arte para complacer el gusto de sus clientes.

Zoom

Su mayor logro
Aunque son muchos los éxitos que componen su carrera, el formar parte de una selección de los mejores  50 pintores decorativos que hay en el mundo, para participar en un encuentro de maestros en Texas, donde le dieron un premio de honor   en forma de reconocimiento por su trabajo, es catalogado por Pedro como su mayor logro.

Enseñar, su pasión
Como parte de su generosidad, este maestro de las artes decorativas quiere compartir sus conocimientos.

“Me gusta mucho enseñar lo que sé, por eso he decidido compartir mi conocimiento”, indica.  

 Es por esto que el próximo mes de octubre abrirá la primera Escuela Internacional de Acabado Decorativo del Caribe, Centro y Sur América, en la que  enseñará todo lo referente a las artes aplicadas: preparación de superficies, acabado decorativo, murales, telas pintadas y  empapelado de paredes.  Estará ubicada en la calle Francisco Carías Lavandier no. 19, ensanche Paraíso. Los interesados pueden llamar al 809-562-1008 o escribir a factorcolor@hotmail.com

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