El horror y el miedo se apoderan de Faluya

El horror y el miedo se apoderan de Faluya

Por Ned Parker y Patrick Baz
FALUYA, Irak, Nov 17 (AFP) – A medida que avanzan gradualmente en el bastión sunita de Faluya, las tropas estadounidenses encuentran en prisiones secretas a rehenes que piden ayuda e imploran perdón.

Al menos dos cárceles y varias cámaras de tortura fueron descubiertas en esa ciudad situada 50 Km al oeste de Bagdad en la que yacen por doquier cadáveres descompuestos y decapitados.

Esos «centros de detención» fueron improvisados en salas y dormitorios de casas en las que se instalaron los extremistas y vaciaron los cargadores de su armas contra sus «prisioneros».

Grupos islamistas secuestraron a más de 150 extranjeros desde abril pasado tras una ofensiva estadounidense después de la cual la rebelión se apoderó de ese bastión sunita.

Conocida como la ciudad de la mezquitas, Faluya se convirtió en la ciudad de la muerte en la que al menos 27 cadáveres, algunos con brazos y piernas amputadas, fueron descubiertos en ocho días, según un recuento de la AFP.

Más de 1.200 rebeldes, 39 soldados estadounidenses y cinco iraquíes murieron desde el comienzo de la ofensiva aliada el 8 de noviembre. Hasta el momento no hay estimaciones de la cantidad de víctimas civiles.

El teniente coronel Patrick Malay dijo que en una de la cámaras de tortura el grupo de Abu Mussab al Zarqaui decapitó rehenes extranjeros, incluido el estadounidense Nicolas Berg, cuyo cadáver fue hallado en mayo.

La casa fue dinamitada antes de que los periodistas llegaran debido a la gran cantidad de explosivos que había en su interior.

Los hombres del capitán Ed Bitanga, que encontraron la casa, describieron un espectáculo de horror.

En una pared pintada de blanco colgaba una bandera con la inscripción «Unidad y Guerra Santa», antiguo nombre del grupo de Zarqaui, principal enemigo de Estados Unidos en Irak.

El dormitorio estaba bañado en sangre, dijo el capitán.

Antes de que los soldados abandonaran la habitación, escucharon golpes en la pared. Tras una inspección, encontraron en un baño a un hombre que dijo ser taxista.

En otro edificio hallaron a un hombre perteneciente a una rica familia bagdadí y por cuya liberación los captores pedían 250.000 dólares.

«Nos dijo «quiero volver a Irak» y le respondimos que estaba en Irak. Estaba verdaderamente sorprendido porque sus secuestradores eran sirios», dijo un soldado estadounidense.

Al menos diez talleres de fabricación de bombas fueron encontrados al noroeste de Faluya, según los soldados estadounidenses.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas