La reconstrucción del hospital Nuestra Señora de Regla, de Baní, tiene pendiente todavía un 30%, confirmó ayer el ingeniero Pablo Coronado, uno de los responsables de la obra. Las dificultades para avanzar se deben a que se trabaja al mismo tiempo que los médicos atienden pacientes.

En un mismo espacio están los pacientes, médicos, enfermeras y las propias autoridades del centro, por lo que se trabaja bajo presión entre una gran  cantidad de escombros, equipos dañados y nuevos.

El hacinamiento está por doquier, lo que es deplorado por la comunidad.

La gente se queja por la cantidad de tiempo que tienen los ingenieros en la ejecución de la obra.

La remodelación de este hospital tiene un costo de RD$29 millones, se lleva a cabo con fondos del propio Ministerio de Salud y se paga por cubicación.

Se ha avanzado en algo, al menos la emergencia está casi lista, le falta la electricidad de alta tensión y la instalación de los equipos que acompañan una emergencia de un hospital provincial.

Ya tiene tarja.  La emergencia ya tiene puesta la tarja en la que se consigna que la obra será entregada en septiembre del 2010, pero la fecha límite para su entrega es el 8 de noviembre.

El área de emergencia tiene 10 cubículos, un quirófano para cirugías menores y todas las conexiones posibles para resucitadores y acondicionadores de aire.

La nueva emergencia tiene un área para nebulizaciones, una de las causas principales de internamiento y consulta en ese y otros hospitales del país.

Los obreros.  Algunos obreros trabajaban ayer, pero no a plena  capacidad en la parte de cocina y en los alrededores de la sala de intensivos y escaleras.

La oficina de ingenieros que construye el hospital entrega por parte.

La sala de hombres fue entregada a las autoridades del centro, pero la gran cantidad de cemento y obstáculos hace casi imposible que se puedan prestar servicios a pacientes.

 “Aquí las posibilidades de infectarse y morir que tiene un paciente son cuantiosas”, comentó un médico.

Falta personal.  El hospital Nuestra Señora de Regla acusa carencia de personal médico. La dirección del centro gasta  RD$500 mil mensual en pago de especialistas que no están nombrados.

El edificio, construido hace más de 50 años,  se reconstruye debido a las múltiples filtraciones, la falta de iluminación,  de ventilación y a las deficiencias generales.