El hospital del médico

El hospital del médico

EUSEBIO RIVERA Y ALMODÓVAR
El 26 de agosto de 1997 el periódico HOY publicó un artículo nuestro titulado “Los pobres médicos” en el cual procuraba llamar la atención sobre la situación de indigencia, a veces extrema, en que se encuentran muchos médicos, producto, entre otras cosas, de la “proletarización” de la carrera, la proliferación de universidades y una percepción errónea de muchos jóvenes sobre la prosperidad de los galenos, en especial derivada de la observación de aquellos pioneros que hicieron fama y mucho dinero ofreciendo servicios especializados o no, en comunidades donde hace varios lustros la oferta de atención médica era precaria y se sumó a la ignorancia para que se enraizaran algunos nombres y apellidos que todavía hoy son íconos que corresponden a prósperos centros privados de atención o a “super-especialistas” que, como marcas tradicionales de fábrica, todavía explotan prestigios otrora ganados, cobrando honorarios escandalosos que muchos ingenuos o vanidosos pagan para no caer con su salud en la trampa de que “lo barato les salga caro”.

En aquella oportunidad resalté el hecho de que algunos médicos hacen filas hasta para ser enterrados, y cité el caso de un profesional cuyos familiares tuvieron que pedir colaboración para operarlo fuera del país.

Desde hace muchos años, numerosos médicos con sentido de clase, verdaderamente solidarios con su pueblo, su familia y sus colegas, han planteado la necesidad de que se establezca un hospital para los médicos y sus familiares, igual que como existen para las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y los maestros.

Toda ponderación sobra ante la cruda realidad de que la mayoría de los médicos son atendidos por sus compañeros, debido a solidaridad profesional con frecuencia en precarias condiciones, con gastos de hospitalización a veces muy cuantiosos que el médico no puede cubrir, a menos que se endeude en forma ruinosa.

Recientemente, en reuniones y convenios del Colegio Médico Dominicano con el Gobierno, se ha incluido la demanda de un hospital para los médicos.

 No sabemos cuál ha sido la apreciación y ponderación de los comisionados frente a los representantes del Gobierno, pero nosotros valoramos esa posible conquista más que cualquier porcentaje de aumento salarial y reivindicación laboral alguna. Creemos que el adagio “en casa del herrero cuchillito de palo” debe ser roto en el caso de los médicos, porque nadie puede dar lo que no tiene y es doblemente penoso saber que quien debe asegurar salud para el pueblo, vive en un pueblo donde no puede asegurar su salud porque no tiene un centro hospitalario decente, suficiente y eficiente para él y sus familiares.

Esta primera llamada es un recordatorio a propósito de recientes encuentros del Presidente de la República y los dirigentes gremiales del sector salud. Dejo para otra llamada lo que deseamos aportar para lo que debería ser el desenvolvimiento técnico y administrativo de ese hospital. Quiera Dios que primero no debamos participar en marchas, piquetes y huelgas médicas, para que se materialice este anhelo. Amén.

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