La puerta roja que distingue a la famosa marca Elizabeth Arden es conocida a nivel mundial como un símbolo universal de belleza y prestigio y apareció por primera vez en la Quinta Avenida de Nueva York en el 1910 para dar paso a un siglo de productos innovadores que se han mantenido fieles a la misión original de la señora Arden: satisfacer las necesidades totales de belleza de las mujeres alrededor del mundo.

Detrás de esa puerta, Arden creó lo que hoy se conoce como el famoso Red Door Spa, un destino frecuente de visitantes en  Nueva York y un lugar donde mujeres de todas partes  entran a un mundo de belleza para resaltar sus encantos naturales y recibir  exclusivos e innovadores tratamientos.

Las cabinas de tratamiento Red Door Experience mantienen el mismo concepto de tratamiento y continúan llevando el legado de belleza de la señora Arden a las mujeres de América Latina. 

Se integran técnicas europeas y orientales, como la acupresión, la reflexología y ahora la bambuterapia. Todos los tratamientos faciales incorporan la técnica original de masaje desarrollada por Elizabeth   Arden, un sistema que fortalece y tonifica los músculos faciales y aumenta la circulación sanguínea para ayudar a restaurar la luminosidad natural de la piel.

En estas  cabinas se busca  mantener la creencia fundamental de que la belleza debe ser una unión inteligente entre naturaleza y ciencia.