El impacto de la leptospirosis

El impacto de la leptospirosis

POR LILIANA CEPEDA
Definitivamente, ante las muertes registradas en el país  producto de  leptospirosis  la población ha entrado en pánico. Personas que acostumbraban a ingerir “comida de la calle”, han disminuido su práctica por temor a contagio, por lo que, consecuentemente, muchos   negocios  han reducido sus ventas.

Personas consultadas por ¡Vivir! explicaron que han dejado de comer “comida de la calle”, porque esta situación (la leptospirosis) “está  muy fuerte”.

En el caso de María Martínez, una empleada doméstica que tiene cinco hijos, dijo que ahora teme hasta comerse un aguacate, por temor a que un ratón lo haya contagiado.

No obstante, hay que tener claro que todos los males tienen su cura, y  no hay mejor remedio que la prevención.

Una forma de evitar posible  contagio es consumir alimentos de confiable procedencia; otras  medidas de prevención son no andar descalzos, cocinar por un tiempo mayor los alimentos, no dejar basura dentro de la casa, lavar bien los utensilios de cocina y los envases de productos enlatados y tratar de exterminar las ratas.

Es decir, que lo  primero que hay que tener claro es que la prevención está en sus manos y cada uno debe aportar un granito de arena, desde su casa, a fin de evitar mayores muertes.

Para nadie es un secreto que luego de la tormenta Noel, la República Dominicana ha quedado expuesta a la proliferación de un sinnúmero de enfermedades, plagas y epidemias. Un caso concreto es  la leptospirosis,  que en las últimas semanas ha cobrado la vida de por lo menos 30 personas, detectándose un promedio de 300 casos.

Según  la secretaría de Salud Pública, los casos han disminuido, no obstante urge que las personas tomen conciencia  y eviten entrar en pánico para que puedan prevenir a tiempo esta terrible enfermedad.

En ese sentido, la doctora Sonia Valdez, epidemióloga del hospital Luis Eduardo Aybar, señala que es muy importante que se conozcan las diferentes serovariedades de esta enfermedad, causada por unos organismos patógenos conocidos con el nombre de leptospira.

Serovariedades

Contrario a lo que muchas personas piensan, la bacteria   leptospira no solo puede afectar a las ratas, sino también a distintas especies animales, bien sean salvajes o domésticas, constituyendo una fuente de infección para el ser humano.

Dentro de las especies más afectadas se encuentran los roedores, perros, vacas, cerdos, caballos y ovejas. En ellos la infección se presenta desde inaparente a un poco más severa.

Valdez aclara que la serovariedad canícola es la que trasmite el perro; la pomona, es la que transmiten los cerdos y la interrogans, es la variedad que transmiten las ratas, y la causante de las infecciones más graves y mortales.

La facultativa explica, que cuando una persona se contagia de una serovariedad y sobrevive, crea anticuerpos, pero continúa vulnerable a contraer las demás serovariedades.

Es importante destacar que la leptospirosis no se contagia de persona a persona. La forma de contagio de la leptospira es a través del contacto con la piel y las mucosas nasal y bucal de organismos contaminados.

Es decir, una persona infectada que tosa o estornude no contagia a otra como ocurre con la tuberculosis y otras enfermedades infectocontagiosas.

La doctora Valdez señala que los síntomas de esta enfermedad son muy parecidos a los de otras como el dengue o la malaria, dentro de los cuales se encuentran: fiebre, dolores  de cabeza,  musculares y de las pantorrillas, así como tono amarillento de la piel y la conjuntiva.

Historia y descripción  de la enfermedad

La leptospirosis fue descrita primeramente por el médico alemán Adolfo Weil en 1886; más adelante, en 1907, el médico Stimson pudo visualizar el microorganismo en un corte de tejido renal de un paciente fallecido  durante una epidemia de fiebre amarilla.

 Varios años después, en 1915, el agente patógeno fue cultivado y aislado por los investigadores japoneses Inada e Ido.

Leptospira penetra en el hombre a través de la piel erosionada o mucosas sanas, difunde rápidamente y después de 48 horas se la encuentra en todos los humores y tejidos, con localización especial en riñón, hígado, corazón y músculo esquelético (fase leptospirémica de la enfermedad). La infección puede ser asintomática, quedando comprobada su ocurrencia por la seroconversión. Cuando es sintomática, puede causar una enfermedad febril anictérica autolimitada o manifestarse bajo su forma más severa conocida como síndrome de Weil.

Los infectados con la enfermedad eliminan el germen con la orina, contaminando terrenos y aguas.   Las leptospiras pueden permanecer durante largos períodos en sus túbulos renales, siendo excretados posteriormente con la orina, sin estar el animal enfermo.

Incluso perros inmunizados pueden excretar leptospiras infecciosas en la orina durante largo tiempo.  Una vez la rata se infecta con leptospira queda infectada para toda su vida. El único animal en el que no se ha encontrado leptospira es  el gato doméstico.

Cómo prevenir la infección

La doctora Sonia Valdez explica que las ratas tienen un comportamiento parecido al de los seres humanos lo que las han llevado a competir por un mismo ambiente. Les gusta estar donde hay comidas y  es un animal tan inteligente  que no se reproduce donde no hay comida para no exponer sus crías a que pasen hambre.

Por esta razón, es sumamente importante extremar los hábitos de higiene.

 Lave los utensilios de la casa antes de utilizarlos.

 Debe hervir el agua y clorarla.

 Use guantes para recoger la basura y procure no bañarse en ríos ni aguas contaminadas.

 No ande descalzo

Cocine bien los alimentos

Trate de no comer comida de la calle o de dudosa procedencia.

Lavar bien los envases de productos enlatados.

Ante la aparición de síntomas,  no tome medicamentos sin prescripción médica, especialmente la aspirina.

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