La gran crisis ha tenido  consecuencias sociales terribles para los pueblos,  y aunque parezca absurdo, en los países más pobres el gran desafío para los gobiernos es  recuperar los niveles de pobreza que existían antes del desplome de las finanzas mundiales. La caída de la demanda en los países de gran consumo tiene como efecto inmediato una baja sustancial en la producción y, como se ha visto, una pérdida de empleo que en naciones como España ha alcanzado cifras sin precedentes. El empobrecimiento, fruto de la crisis financiera que ha puesto signo negativo a todas las economías,  ha sido  común denominador para muchos países.

En el caso nuestro, la caída externa de la demanda  se traduce en reducción de las exportaciones, de la actividad productiva y, en consecuencia, del empleo. El economista Fernando Alvarez Bogaert, al comparecer el lunes al programa Uno + Uno de Teleantillas,  resaltó el gran desempleo  en el interior del país, como efecto  de la crisis  asociado al desplazamiento de mano de obra dominicana por braceros haitianos. El impacto social ha profundizado la pobreza que ya azotaba a las poblaciones por muchas causas asociadas al modelo económico. Ahora, con la desventaja de unos ingresos fiscales bastante recortados, hay que asumir el desafío de, por lo menos,  reponer los índices de pobreza de antes de la crisis, y  entonces tratar de crecer.

Alto índice de homicidios

En los registros del Instituto Nacional de Patología Forense consta que de 132 causas de muerte examinadas  por ese organismo en agosto de este año, 79 (60%) correspondieron a homicidios. En comparación con el mes anterior -julio- hubo un incremento de un 15% en el número de homicidios. En el 75% de los casos las muertes fueron causadas por disparos de armas de fuego.

Se trata de un índice muy alto de crecimiento en el número de homicidios de un mes a otro, aparte de que el total de casos registrados por Patología Forense en el mes de referencia es también demasiado alto. Aunque todavía no están a mano las cifras de causas de muertes examinadas en septiembre por Patología Forense, la tendencia parece continuar. Muchos de estos. El homicidio está tipificado como uno de los  elementos de inseguridad ciudadana más preocupantes en cualquier país,  sobre todo por la frecuencia de  casos con perfil de ejecución o ajuste de cuentas.