POR AINHOA TORRES
Mary-Kate y Ashley Olsen están entre las jóvenes más ricas del mundo. Su peculiaridad radica en que no han recibido ninguna herencia millonaria, sino que ellas mismas han amasado su inmensa fortuna, que ronda los 180 millones de euros para cada una. Nacieron un 13 de junio de 1986 en Sherman Oaks, California, y nadie podía sospechar lo lejos que llegarían aquellos querubines rubios.

Fue un amigo de la familia quien persuadió a la madre para presentar a sus hijas a unas pruebas de selección para una serie de televisión. Necesitaban a unas gemelas para interpretar un mismo papel, pues la ley del menor estipula un límite de horas de trabajo para los niños.

Cuando los productores las tomaron en brazos no derramaron una lágrima, lo que fue más que suficiente para darles el papel. Desde entonces y durante ocho temporadas, dieron vida a Michelle Elizabeth Tanner, el sonriente bebé que hacía las delicias de los Tanner en “Full house”. La serie relataba las peripecias de un padre que al enviudar se queda sólo con sus tres hijas y pide ayuda a unos amigos para cuidar de ellas.

Durante todos esos años, Michelle, o Mary-Kate y Ashley, fueron creciendo ante los ojos de los telespectadores, que reclamaban saber más y más de las gemelas.

Durante los primeros años los productores no quisieron dar a conocer que el papel de Michelle era interpretado por dos hermanas, por lo que en los créditos aparecía el nombre de Mary-Kate Ashley Olsen.

Generalmente  Mary-Kate vestía de azul y Ashley de rojo o rosa y cuando empezaron a hablar, fuera del plató llamaban a sus compañeros por los nombres de reparto para no confundirse mientras actuaban. Incluso llevaron dientes falsos porque con el tiempo empezaron a diferenciarse.

Desorden alimenticio

El próximo curso dejarán el hogar materno y vivirán juntas en Manhattan, donde continuarán con sus estudios en la Universidad de Nueva York. MK, como la llaman sus amigas, aún debe decidir entre la fotografía y la escuela culinaria, mientras Ash se inclina por la psicología.

Los padres de las “gemelas de América” han intentado educarlas con la mayor normalidad posible, por lo que  siempre han acudido a la escuela pública y han recibido una paga semanal de 15 euros. No ha sido hasta hace poco que han podido disponer de una tarjeta de crédito. Ashley salía con David Katzenberg, de 21 años e hijo del productor de Dreamworks. Y Matt Kaplan, de 20 años, es el novio de Mary Kate, quien a consecuencia de sus desórdenes alimenticios ingresó el mes de junio en una clínica, según confirmó un portavoz de la actriz, quien añadió que este hecho no cambiaría sus planes de ir a la universidad el próximo curso escolar.

Años oscuros

A lo largo de la emisión de “Full house” se comercializaron todo tipo de productos. Con tres años existía una serie de libros inspirados en su personaje, y con cuatro una muñeca parlante de Michelle se podía adquirir en todas las tiendas. La popularidad de las gemelas creció con cada temporada y fueron adquiriendo mayor protagonismo.

El fin de la serie en 1995, el divorcio de sus padres y la posterior boda del progenitor hicieron tambalear los cimientos del mundo Olsen. Hubo quien pensó que la carrera de aquellas niñas rubias estaba acabada. Se equivocaron.

Cuando cumplieron los 6 años, su padre, Dave Olsen, y un amigo Robert Thorn habían creado una productora, “Dual Entertainment”, dedicada a representar a las jóvenes actrices y a salvaguardarles un futuro.

En 1993 lanzaron una colección de videos en los que narraban sus peripecias como detectives y años después crearon otra serie que continúa siendo popular.  En total, hasta el día de hoy, han vendido 30 mil millones de esos videos, y más de 40 millones de libros sobre sus aventuras y desventuras.

Los tres años posteriores a “Full house” fueron algo flojos, pero su tercer largometraje, “Billboard dad” las relanzó al panorama artístico, volviendo a ser protagonistas de una serie, “Two of a Kind”, que estuvo en el aire todo un año y donde Mary-Kate interpretaba la hermana más deportiva y traviesa, mientras Ashley era la más coqueta y femenina, papeles que también interpretaron en la que sería su tercera teleserie, “So little time” (2001).

Las gemelas Olsen han sabido rentabilizar su éxito hasta límites insospechados, no sólo han vendido millones de discos, libros, juegos de ordenador y videos o productos de belleza, sino que han llegado a crear su propia línea de ropa llamada “mary-kate and ashley”,  que se ha lanzado en  todo el mundo, desde París a Nueva Zelanda pasando por México. Todo un imperio empresarial.

Su última colección textil está cuajada de motivos florales y se inspira en temas europeos y marinos, predominando los tonos pastel. Además, existe una amplia gama de complementos para toda situación o momento: pulseras, cinturones, bolsos y gafas de sol. Tal es su popularidad y éxito que han aparecido en las portadas de prestigiosas revistas como Rolling Stone, Cosmo Girl, Vanity Fair, People o Fortune. EFE/Reportajes