A Gedeón Santos, Presidente del INDOTEL.

-Parte III-

En la primera entrega, hablamos sobre cómo la minería de datos ha supuesto un cambio portentoso en un sinnúmero de aspectos de nuestras vidas, cómo contribuyen los algoritmos a solucionar problemas de diversa naturaleza.

La industria tecnológica está preparada para el “Internet de las Cosas”; computación que se caracteriza por el diminuto tamaño, generalmente, imperceptible, de los dispositivos que utiliza y ordenadores conectados a objetos cotidianos. Estos procesadores contienen, en su mayoría, sensores que detectan y transmiten datos sobre nuestro entorno, ofreciendo nuevos controles.

Durante más de una década, los tecnólogos han discutido el advenimiento de estos dispositivos en todo el mundo. “Hay un montón de sutilezas acerca de cómo llamarlos, pero no hay duda de que estamos viendo los indicios de una nueva clase de equipos” dijo David Blaauw, líder de un laboratorio en la universidad de Michigan, donde funcionan computadoras no más grandes que la letra “o”. Un ejemplo serían los radios insertados directamente en silicio. Hay uno en cada teléfono inteligente y, últimamente, sus precios se han visto extremadamente reducidos, llegando a unos cinco dólares por unidad.

Mientras los equipos con capacidad de conexión inalámbrica se abaratan, conectar más cosas al internet se convierte en una realidad. Por ejemplo, sensores en las tuberías de alcantarillado, maquinaria de fábricas, luces y aparatos electrodomésticos. El “Internet de las Cosas” es especialmente, importante para compañías especializadas en redes, como Cisco, que ha pronosticado que 50 mil millones de “cosas” -6 dispositivos por personas incluyendo los sensores para el año 2020, que es cinco veces mayor que el número de dispositivos, actualmente, conectados a la red.

De acuerdo con el Dr. David Blaauw, de la universidad de Michigan: “Cada vez que aparece una nueva clase de computación, las ganancias totales son mayores que las ganadas por la previa. Si esa tendencia se mantiene, significa que el “Internet de las Cosas” será más grande”. Pero cada cambio promete dolor. Como consecuencia de esos cambios disruptivos han desaparecido y desaparecerán grandes compañías, otras han sido sacudidas como consecuencia de la combinación altamente exitosa de software, interfaces y procesadores para poder predecir el futuro mediato y así las compañías y las instituciones poder hacer cambios profundos en tiempo real.

El “Internet de las Cosas” llevará al siguiente nivel las ansias por la privacidad y la seguridad. Hará posibles el rastreo, la manipulación, la vigilancia y el control de forma lucrativa, inadvertida y asombrosa.

– Lucrativa: La información, proyectos y preferencias acompañan al individuo todo el tiempo, permitiendo así una acción continua e interesantes formas de colaboración en tiempo real, construcción de asociaciones, prioridades basadas en hechos históricos y la entrega de información de forma oportuna.

– Inadvertida: Podemos basarnos en un artículo del New York Times que explica cómo las compañías “unen los puntos” para crear perfiles detallados. Impresionante ver cómo un comerciante llegó a saber que una chica adolescente, cliente de su establecimiento estaba embarazada antes incluso de que lo supiera su padre.

– Asombrosa: Facebook nos dice a quién debo agregar como “amigo”. Google nos presenta anuncios basados en mensajes de Gmail, etc.

El “Internet de las Cosas” impulsará un tremendo crecimiento de datos. Según las proyecciones de Cisco, el tráfico IP global se triplicará en cinco años, coadyuvando a aumentar exponencialmente la facilidad, la amplitud y la eficiencia de hacer proyecciones a corto y mediano plazo. Cualquier nación que no enfrente con éxito este desafío estará condenada al atraso.

El imperio de los algoritmos ha creado por primera vez en la humanidad una revolución permanente en estado continuo de mutaciones permitiendo que los algoritmos tengan, cada día, una mayor disponibilidad y fuerza. Combinados harán cosas que parecerán magia.

Y ahí verificaremos las palabras de Paulo Coelho: “La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos” ¡El tiempo apremia!

Investigadores asociados:

Iván Kim,

Ledys Féliz

Andrea Taveras.