El INAP,  al servicio de la  formación
del servidor público

El INAP,  al servicio de la  formación <BR>del servidor público

POR CARMEN CARVAJAL
La formación de sus servidores públicos y privados es un requisito fundamental para que una nación logre despegar hacia el desarrollo económico, y con ello, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. La educación formal constituye un entrenamiento inicial para que el empleado y trabajador se conecte con el mundo laboral, pero la educación continuada y la actualización son elementos primordiales para mantener la eficiencia que garantice un trabajo óptimo que ahorre tiempo y dinero a las instituciones y a quienes a ellas acudan.

Con la intención de lograr mantener altos estándares de eficiencia en la administración pública, surgió el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), creado mediante el reglamento 81-94, de aplicación de la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa.

Desconocido por una gran parte de las entidades a la que sirve, su objetivo básico es garantizar la formación, capacitación y actualización de los empleados del Estado.

Roberto Obando Prestol, director nacional del INAP, está empeñado en que el instituto asuma su rol de eje rector de la política de capacitación pública  e incluso, que su labor y sus instalaciones puedan beneficiar también, al sector privado.

Obando Prestol destaca la importancia que el presidente Leonel Fernández da al organismo, inaugurado por él durante su primer mandato del 1996 al 2000,  persiguiendo lograr la capacitación  y adiestramiento que contribuyan al proceso de modernización del Estado.

El INAP, explica Obando Prestol, es una herramienta primordial en la ejecución de la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa.

Situado en el piso 14 del Edificio de Oficinas Gubernamentales Juan Pablo Duarte, el INAP cuenta con una infraestructura que le permite ejercer sus funciones con eficiencia, e incluso, dar facilidades al sector privado para arrendarlas.

Cuenta con cuatro aulas  y salones de conferencias que fueron financiados por la Unión Europea a través del Programa de Modernización del Estado. También tiene dos laboratorios de informática y una sala de vídeo conferencias.

CAPACITACIÓN Y EXPANSIÓN

El INAP centra sus esfuerzos en las áreas vitales de la administración pública  y en las áreas gerenciales y administrativas.

Desarrolla programas de formación, capacitación y adiestramiento a empleados de los diferentes niveles y mandos del Estado, programas de formación y capacitación, convenios y acuerdos con instituciones nacionales e internacionales y programas de investigación de apoyo humanístico y científico.

El INAP también produce material escrito y audiovisual de apoyo a las acciones formadoras de las instituciones, forma recursos humanos como futuros funcionarios públicos, asesora a instituciones públicas en el diseño de proyectos de mejoramiento y actualización, diseño y ejecución de eventos de carácter humanístico y programas de educación de adulto, de desarrollo ético y cultural.

Obando Prestol explica que actualmente está diseñando un nuevo esquema curricular, según el cual, a cada curso que se ofrezca tendrá sólo acceso el personal que realmente requiera la capacitación.

Si bien, hasta el momento el INAP sólo opera en sus oficinas de Santo Domingo, tiene planes de expandirse a nivel nacional y posiblemente el año que viene ya funcione en Santiago. Posteriormente se abrirán extensiones en las ciudades cabeceras regionales.

El funcionario entiende que esta expansión no supondrá gastos extras, porque se utilizará para ello la infraestructura con las que ya cuenta el gobierno.

El INAP cuenta con una base de datos, en la cual están registrados numerosos profesionales dominicanos y extranjeros que son contratados como facilitadores, cuando se va a impartir un curso. Cada uno es contratado según su currículum y su experiencia en el área de que se trate.

Hasta el momento, el INAP cuenta con  un presupuesto muy reducido, pero su director está convencido de que a partir de ahora recibirá las partidas que requiere para realizar su labor, ya que las autoridades del gobierno han expresado su interés en fortalecer el papel de la entidad en la formación de los servidores públicos.

EDUCACIÓN A DISTANCIA

Con una inversión de US$3 millones, mediante acuerdo con el Banco Mundial, se instaló 1999 el Centro de Educación a Distancia, parte de una red latinoamericana y mundial de proveedores de conocimientos, que incluye a los más prestigiosos centros y universidades de Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina.

A través de esta Red Global de Aprendizaje para el Desarrollo (Global Development Learning Network o GDLN), el participante dominicano puede tener interacción en tiempo real con prestigiosos profesores y expositores de centros tan importantes como Harvard o cualquier otra parte.

Los profesores, todos, tienen nivel de doctorados y maestrías en sus especialidades. Allí se realizan, además, conferencias, cursos de post grados, diplomados, seminarios y diálogos globales. Los títulos son expedidos por la universidad o centro docente que lo realiza, y no por el INAP.

El centro puede conectarse con 68 países y 12 de ellos de manera simultánea. Es el único centro de vídeo conferencias instalado en el país que puede hacer conexión simultánea con una docena de naciones.  

Obando Prestol explica que el centro no es sólo una buena herramienta para la capacitación del personal del sector público, sino que el sitio puede ser arrendado a personas o empresas del sector privado que lo requieran para hacer conferencias con el exterior o cursos a distancia.  El costo es muy inferior al que costaría arrendar uno privado.

El INAP tiene entre unas de sus metas, la expansión de la sala de vídeo conferencia, de manera que quienes residen en el interior tengan acceso a estos entrenamientos, sin tener que viajar a la ciudad.

Ya  se logró conectar al hospital Robert Reid Cabral, mediante una sala donada por el INAP. También están en capacidad de realizar  vídeos conferencias los hospitales Marcelino Vélez, de Herrera, así como los de San Juan y San Pedro de Macorís.

Si bien el apoyo que presta el Banco Mundial al INAP permite que los cursos sean subsidiados y que se ofrezcan algunas becas, en general los estudiantes deben pagar, porque los cursos suelen tener costos elevados.

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