Por Adán Rafael De Camps

La República Dominicana, como otras naciones, enfrenta el desafío de la desigualdad económica, un fenómeno complejo que afecta todos los aspectos de la sociedad.

Definiendo primero, lo que es el índice de Gini, es una medida de desigualdad económica que se utiliza para evaluar la distribución del ingreso o riqueza dentro de una población. Se representa como un número entre 0 y 1, donde 0 representa la perfecta igualdad (todos tienen la misma cantidad de ingresos o riqueza) y 1 representa la máxima desigualdad (una persona tiene todo el ingreso o riqueza y los demás no tienen nada).

Este índice sirve para conocer y medir la desigualdad económica en un país.

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Según datos del Banco Mundial, desde el periodo comprendido entre el 2020 al 2022 dicho índice se encontraba en 0.396, para 2020, 0.385, para 2021 y para 2022 0.37, es decir acercándose más al 0, que representa mayor igualdad, por zona de residencia.

Según informe de organismos internacionales, la zona urbana presenta una mayor concentración de los ingresos que la zona rural en todos los años de la serie anteriormente comentada.

La desigualdad económica influye en el comportamiento humano en cinco pilares que mencionaremos a continuación: acceso desigual a la salud, educación, movilidad, vivienda y presión social. Se podría explicar cómo la desigualdad económica influye en el comportamiento del individuo en cada pilar anteriormente mencionado, pero lo que queremos dejar saber es cómo este índice puede ayudar a diseñar políticas públicas que promuevan una distribución más equitativa de los recursos económicos para así poder trabajar por un futuro más justo y equitativo para todos los dominicanos.