El índice de percepción de la corrupción (IPC) producido por Transparencia Internacional es un indicador agregado que califica a los países según la percepción de la corrupción entre funcionarios públicos y los políticos. Según la literatura que acompaña este tipo de medición, se argumenta que en el largo plazo hay una convergencia entre las percepciones y la realidad.
La relevancia del IPC para RD es que según el artículo 22 de la Ley 1-12 sobre la Estrategia nacional de Desarrollo (END) el Estado Dominicano asumió el compromiso de que en el 2015 el IPC debería estar en un valor 3.9 y se espera terminar en el 2030 en 7. El IPC se mueve entre 10, cuando hay la percepción de ausencia de corrupción a 0 cuando hay la percepción de corrupción. Con 5 el país estaría quemado y con 3 achicharrado
La END propone que en 2030, la RD debería tener el nivel de IPC que en 2011 tenía Uruguay (7), Francia (7) o Estados Unidos (7.1).
¿Cuál ha sido la trayectoria de este índice? El índice se lee de dos maneras: el valor absoluto (entre 0 y 10) y la posición relativa del país a nivel mundial. Como la cantidad de países ha ido aumentando año a año (de 91 en 2001 a 183 en 2011) se normalizó la escala de 0 a 100 percentiles, donde 0 es la peor y 100 la mejor) para hacer comparaciones entre los años en una misma escala a pesar de cambiar la cantidad de país.
Así en 2001, la RD registró un índice de 3.1 con la posición 30 (en una escala de 0 a 100), en 2002 subió 3.5 y la posición mejora a 40; en 2003 el índice se redujo pero la posición mejoró a la 44, en 2004 cae el índice a 2.9 y el país cae a la posición 39. A partir de 2005 el índice se estabiliza en 3 hasta 2010, pero al mismo tiempo el país pierde posiciones de 46 en 2005 a 42 en 2010. En 2011 registra una caída dramática, a 2.6 y la posición cae a 28. De 2010 a 2011 y con 183 países para los que se calculó el índice, la RD fue el país que más posiciones perdió de un año a otro en todo el mundo.
Estos datos muestran que la percepción de la corrupción se acrecienta, se acrecienta más de lo que pasa con otros países, lo que indica que hace menos que otros países para controlar la corrupción. Finalmente, en 2011 registró la mayor pérdida de posiciones en el mundo. Si la percepción y la realidad convergen, es inadmisible el borrón y cuenta nueva.