El INDOCAFÉ y otras consideraciones

El INDOCAFÉ y otras consideraciones

Era tiempo de que el señor presidente de la República, licenciado Danilo Medina comprendiese, que de mantener el Consejo Dominicano del Café (CODOCAFÉ), una institución inconstitucional, ya que solo admitía dentro de su membresía instituciones de grupos de caficultores organizados, violando nuestra Constitución que claramente especifica: “nadie está obligado a asociarse”. Al dejar fuera los productores de café independientes, que eran el contrapeso en la Comisión del Café, la organización dejó de nutrirse de los verdaderos conocedores de la problemática de la caficultura nacional y de los acuerdos internacionales, específicamente de las disposiciones del Convenio Internacional del Café y todo lo relacionado con la denominación “Otros Suaves”, que es el tipo de café que produce la República Dominicana.
El Poder Ejecutivo sometió al Senado un proyecto de Ley que crea el Instituto Dominicano del Café (INDOCAFÉ), como entidad autónoma del Estado especializada en el diseño y planificación de la política cafetera, que impulsará la producción de café a la vez que protegerá más de 71,000 cosecheros. Este organismo que sustituirá al CODOCAFÉ, estará adscrito al Ministerio de Agricultura, quien cobrará un peso por cada quintal producido.
El CODOCAFÉ fue creado en el año 2000 mediante Ley 79-00. A partir de ese año, empezó la declinación de la producción cafetera en el país. La Comisión del Café, que durante la última década hasta la creación de este engendro promediaba 465,000 quintales, éste en la cosecha 2015-16, apenas exportó 16,661 quintales, una diferencia abismal. Pero, si tomamos los años tope durante la Comisión de Café, acotamos que las cosechas 1975-76 y 1977-78, el promedio fue de 1,000,000 de quintales cada año cafetero julio-junio.
El actual Director Ejecutivo de CODOCAFÉ, señor José Fermín Núñez, en las páginas de los periódicos locales, ha sembrado y distribuido –según sus declaraciones- más de 8,000,000 de plántulas, también según él, resistentes a la roya.
En los tiempos de la Comisión de Café, la Secretaría Ejecutiva se manejaba con 16 miembros para aquella prolífera producción. Hoy CODOCAFÉ tiene una plantilla entre 510 y 530 de burócratas parasitarios, que cobran, la mayoría sin ejercer ningún trabajo productivo. ¿Adónde irán a parar estos empleados disfuncionales? Les será difícil encontrar trabajo en el sector privado. Esperamos, que el Poder Ejecutivo no solicite pensiones para los mismos, porque acabará de enterrar para siempre la caficultura.
En el periódico El Nacional, edición del 13 de diciembre, unos desaprensivos miembros de las organizaciones del CODOCAFÉ revelaron una serie de informaciones falsas, que aunque personalmente no me atañen, la verdad debe ser esclarecida. En primer lugar, afirman que el consumo nacional es de 700,000 quintales, cuando en realidad ronda la mitad; es decir, 350,000. Afirman además, que la importación es mayor de 500,000 quintales cuando en realidad es alrededor de 305,000 procedentes de Vietnam, Honduras, Perú y Colombia.
Como todas estas declaraciones fueron en contra de Industrias Banilejas (INDUBAN), la cual ellos consideran un monopolio, nosotros vamos un poco más lejos y creemos que es un oligopolio. No obstante, esta industria me consta porque he sido directamente beneficiado con 50 quintales de semillas resistentes a la roya, han distribuido a otros productores independientes, más de 100 quinales gratuitamente, 1.000,000 de semillas al Ministerio de Agricultura, que además se benefició de 120,000 plántulas, todos estos insumos, resistentes a la roya.
Se podría afirmar que INDUBAN actúa desinteresadamente como el Padre Billini. Pues no, esa industria ha comprendido que si no se incentiva la producción cafetera, el país, que una vez fue exportador de café, se volverá un importador neto. Por eso, para motivar la siembra masiva de cafetos, ellos suministran semillas y plántulas a clientes que ellos saben las plantarán. Además, para reducir las importaciones, se permiten pagar más de mil pesos por cada quintal nacional por encima del precio internacional del grano. Esto, es un incentivo y una motivación efectiva para que los productores siembren sus predios y no los abandonen como está sucediendo en el presente. Por eso, suplen únicamente variedades resistentes a la roya, lo cual garantiza al cosechero que no le suplirán plántulas que al cabo de tres años se contaminan. No debemos actuar como el perro que muerde la mano del amo que le da de comer. Démosle como dice la Biblia, al César lo que es del César.

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