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Los trabajos de rehabilitación del canal de drenaje San Juan-Jínova, que ejecuta el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) en el municipio Juan de Herrera, en San Juan, tendrán un gran impacto social. El INDRHI está saneando la infraestructura que tiene la función de colectar las aguas servidas de cientos de viviendas y permite que por él fluyan las excedentes tras el riego de más de 2,000 tareas.
El encargado del distrito de riego del Valle de San Juan, Juan Rodríguez, manifestó que la rehabilitación del canal, que tendrá un costo que supera los RD$6 millones, se extenderá por 1.7 kilómetros.
Brigadas de obreros trabajan en la extracción de material fangoso y en la construcción de puentes peatonales y se proyecta que la rehabilitación estará terminada en julio próximo. Rodríguez explicó que los trabajos consisten en hacer nuevas excavaciones para modificar 400 metros de su cauce, extraer el sedimento en el tramo faltante y colocarle mampostería y encache. También incluyen la construcción de varios puentes peatonales.
Además de ser el colector de las aguas servidas de la comunidad, en el canal conviven cerdos con ratones y se depositan desperdicios, por lo que se ha convertido en una fuente transmisora de enfermedades.
La señora Josefa Porte, quien reside en la calle Emiliano Hernández, que es atravesada por el canal, se mostró confiada en que los trabajos del INDRHI eliminarán ese foco de contaminación.
Una de las zonas más críticas está a 400 metros de donde se encuentra la obra de toma del canal, localizada en el sector La Rubia.
En ese punto el canal se convierte en un puente para permitir que fluya el agua de la cañada Fondillo.
Enelim Mateo Paniagua, residente en la calle Sánchez, explicó que cuando ocurren fuertes lluvias la cañada hace creciente y arrastra sedimentos que obstruyen el paso del agua y provocan inundaciones en el entorno.
El agua se nos mete entre la casa. Tenemos que sacar muebles, camas y salir huyendo, dijo.
Explicó que esa pesadilla la vive desde hace 15 años, cuando se mudó al lugar junto a su familia.
En una situación similar se encuentran las familias de Camilo Cuevas Almonte, que lleva cuatro décadas viviendo allí, y de Remedio Díaz, quien reside en las proximidades de la cañada desde hace 20 años.
Ambos expresaron su satisfacción por los trabajos de rehabilitación del canal que realiza el INDRHI y aseguran que con los mismos ya podrán vivir tranquilos en el lugar.
