El Indrhi y la seguridad alimentaría

El Indrhi y la seguridad alimentaría

La seguridad alimentaria juega un papel importante en la política de desarrollo de los países, al punto de que el término “seguridad alimentaria” es frecuentemente equiparado a conceptos tan patrióticos como el de “soberanía alimentaria”. En ocasión de celebrarse el Día Mundial de la Alimentación consideramos oportuno compartir algunas reflexiones sobre el papel del agua y del rol del INDRHI en la seguridad alimentaria.

Las capacidades de producción de alimentos es sin duda un elemento relevante en la política social y comercial de los países. Este concepto ha sido acuñado y promovido por distintas organizaciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), definiéndolo como “el acceso físico, social y económico” que las personas tienen, “en todo momento”, a “alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida sana y activa”.

Se ha debatido extensamente, quedando aun sin agotar esta discusión, sobre el balance adecuado entre la capacidad de producción interna de alimentos de un país, y la capacidad económica de importarlos, que es lo mismo que el nivel monetario de la población para adquirir los alimentos necesarios para mantener una salud apropiada.

Visto desde la óptica de las distintas dimensiones de la seguridad alimentaria, el suministro de agua para producir alimentos cumple con los conceptos de “disponibilidad” por medio de la producción interna de alimentos, facilita el “acceso a los alimentos” en el momento oportuno y, sobre todo, provee “estabilidad de la oferta”, al permitir que se mantenga una producción sostenida y la provisión de productos alternativos, a pesar de las variaciones climáticas.

 El agua es, sin lugar a dudas, el insumo más importante en la producción agrícola.  Sin su presencia, es imposible aplicar paquetes tecnológicos modernos para incrementar la productividad de los cultivos.

Es un factor determinante en los aumentos de los volúmenes de producción y niveles de productividad alcanzados por los principales rubros agrícolas, que constituyen parte importante de la canasta alimenticia familiar dominicana.

Con lo anterior, queremos resaltar que el riego es parte inherente de la agricultura y ha sido el motor del crecimiento agrícola nacional en las últimas  décadas, contribuyendo a la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, la generación de fuentes de ingresos y empleos, situación que se ha verificado por la ampliación de las áreas cultivables regadas, principalmente en zonas áridas o semiáridas como la Línea Noroeste y Suroeste del país, que representan 51% del área regada total.

Se puede disponer de buena tierra, excelente semilla, recursos financieros adecuados y hasta un buen paquete tecnológico y no obtener producción alguna si no se dispone del agua para riego.

El país dispone de una superficie aproximada de 22.5 millones de tareas, aptas para cultivarse bajo riego. De éstas, 4,917,430 tareas cuentan con infraestructura equipada para el riego, donde realizan sus actividades de siembra y cosecha de cultivos, un total de 89,317 usuarios que están debidamente organizados.

Esta infraestructura de riego está conformada por  2,433 kilómetros de canales de riego.

Cabe destacar que el INDRHI ha transferido a las asociaciones y Juntas de Regantes la administración, operación y mantenimiento de los sistemas de riego, con un notable éxito en la apropiación, por parte de estas organizaciones de usuarios de agua para riego, de las responsabilidades que se le han delegado.

Los resultados son satisfactorios en términos de la eficiencia operativa y la recuperación de costos de operación y mantenimiento, lo cual constituye elementos coadyuvantes a la rentabilidad y competitividad de la agricultura, permitiendo a su vez que las familias de los agricultores y las comunidades rurales mejoren sus condiciones de vida.

Precisamente una proporción considerable de la producción nacional de los distintos rubros de origen agrícola que se cultivan en el país,  proviene de áreas irrigadas por los distintos sistemas que el INDRHI ha transferido a las Juntas de Regantes, como forma de descentralizar la operación y manejo de estas importantes infraestructuras hídricas.

Como ilustración de la incidencia del riego en la producción agrícola, resaltamos la proporción de áreas de cultivos principales en nuestro país que se cultivan bajo riego, teniéndose que el 98.7 por ciento del arroz se siembra en áreas bajo riego, y los porcentajes de las áreas bajo riego de otros productos son: yuca, 26.34%; plátano, 22.03%; guineo, 69.23%; papa, 92.41%; maíz, 34.25%; habichuela, 63.12 por ciento; tomate de ensalada, 96.30 por ciento; tomate industrial, 100 por ciento; cebolla roja, 88 por ciento; repollo, 92.6 por ciento, y zanahorias, 87.86 por ciento.

Un dato importante que  merece ser resaltado es que pese a que la tierra regada representa aproximadamente el 21 por ciento del total de la tierra cultivable del territorio nacional, esta área ha aportado, en promedio, el 67 por ciento del valor del aporte de la agricultura al Producto Bruto Interno (PIB).

Además del apoyo en materia de organización y capacitación de las organizaciones de usuarios, el INDRHI ha creado diez Centros de Gestión de Agronegocios y los Centros Audiovisuales – Bibliotecas (CEGA-CABI), unidades que proveen capacitación, asistencia técnica, asesoría en materia de información de precios mercados y comercialización.

Los CEGA promueven el desarrollo de una acción colectiva propia, que les permita reducir los costos de transacción, vincular a los agricultores con los mercados y mejorar su posición de negociación  en dichos mercados.

Algunos de los frutos concretos que ya exhibe la asistencia suministrada a través de los CEGA-CABI son la reconversión productiva en zonas arroceras de La Vega y en Esperanza, donde han pasado de producir arroz a vegetales chinos y otros vegetales de exportación,  y en San Rafael del Yuma, donde hay una diversificación para abastecer la demanda de alimentos del mercado turístico de la región Este.

Estas acciones son ejecutadas en cumplimiento de los lineamientos trazados por el Presidente de la República, Dr. Leonel Fernández Reyna, quien mantiene un interés constante en el desarrollo del subsector Riego, en la evolución y la consolidación del proceso de descentralización de los servicios de riego, y en la habilitación de los regantes, a través de la capacitación y el uso de la tecnología y los servicios de asesoría, para que puedan competir en un ambiente cada vez más globalizado.  

Otros aportes del INDRHI vinculables a la seguridad alimentaria, son los servicios de su laboratorio de calidad de aguas, del laboratorio de suelos y los proyectos de investigación y las publicaciones que  edita.

En lo relativo al monitoreo de la calidad de las aguas, la institución cuenta con un moderno laboratorio de calidad de aguas y ejecuta un programa de muestreos regulares en la red de medición en los ríos y embalses y el análisis de la calidad de aguas, mediante lo cual pueden detectarse fuentes y niveles de concentración de elementos contaminantes en el agua, como es el caso de los plaguicidas, con lo cual se provee asistencia para prevenir y la inocuidad de los cultivos.

En lo relacionado con los análisis y estudios de suelos, el laboratorio hace ensayos y estudios de suelos para determinar las características y la aptitud de los suelos, entre otros aspectos.

Los proyectos de investigación  incluyen la agricultura de precisión y la fertilización óptima, aspectos determinantes en la productividad y el potencial nutritivo de los suelos y, consecuentemente, la calidad de los alimentos.   

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Inversiones cuantiosas

Las inversiones realizadas por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos  para apoyar la agricultura nacional son cuantiosas e incluyen las destinadas al desarrollo de la infraestructura hidráulica, tanto en lo relativo a las grandes obras de almacenamiento y regulación, como los recursos económicos orientados a la conservación de los sistemas de riego. Las presas suministran agua para el 43 % de las áreas bajo riego. En cuanto al mantenimiento de los canales y drenajes, las reparaciones y reconstrucciones de estas obras, instalación de equipos de bombeo e instalaciones eléctricas, los diques de derivación y obras de protección fluvial, el INDRHI hizo inversiones durante el período agosto 2009 a agosto 2010 valoradas en RD$950 millones. Estas acciones e inversiones garantizan la producción de alimentos del país.

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