En economía los diagnósticos se comparan para conocer la evolución del paciente y luego es que viene la receta, fue lo que no hizo el FMI. Sin dar explicaciones, al menos públicas, redujo su previsión de crecimiento de 2.2% a 2% para el 2013, a pesar de que el gobierno acelera las inversiones y el Banco Central reporta que 206 empresas manufactureras, 380 agropecuarias y 735 comerciales micro, pequeñas y medianas, recibieron financiamientos por RD$8,255 millones, 80% de los recursos liberados de encaje legal. En pocas palabras, la Misión Técnica del FMI nos dice que la economía responderá negativamente a los estímulos, lo que no tiene sentido. Conviene que las autoridades económicas aclaren el punto y hagan una aclaración pública, de lo contrario se podría entender que en el año perderemos más empleos de lo esperado, afectando la confianza de consumidores y empresas, con lo que se reduce la posibilidad de que el crecimiento supere 3% como procura el gobierno.  

Ese y no otro es el nivel máximo de crecimiento a que podemos aspirar durante este y los próximos años, como dice el pueblo, no hay fiesta gratuita, el cinturón seguirá amarrado. Es que la economía debe pagar los excesos acumulados por la gestión fiscal de los últimos cinco años, incluyendo el déficit histórico de 8.5% del PIB, por aumento del gasto en más de 40% en el 2012. A menos que el sector privado impulse las actividades, con poco crecimiento será difícil reducir la deuda pública de 45% a 35% del PIB, para de insostenible las finanzas públicas pasen a sostenible, se logra alternando en el presupuesto superávits primarios con déficit por debajo de 3% en el periodo 2013-2016.

Otra consecuencia del poco crecimiento será el aumento del desempleo, lo que ni por asomo fue tocado por la Misión Técnica del FMI. Conviene recordar que la tasa de empleo en República Dominicana tradicionalmente ha estado por debajo de la media de los países de América Latina, que sobre el tema no se ha dicho toda la verdad, porque la tasa de desempleo citada en los informes se refiere a personas desocupadas, que el Banco Central llama tasa de desempleo abierta, cuando lo correcto para comparar es agregar los desocupados, los que desistieron de buscar empleo. Ese desempleo amplio como lo define el Banco Central es muy alto, probablemente una de las razones de la alta delincuencia que nos arropa.

Se esperaba que la Misión Técnica del FMI analizara, para buscar soluciones de largo plazo, las razones por las que el desempleo amplio no se redujo a pesar del enorme endeudamiento público. Conoce varias cosas: que se debe a la dependencia del crecimiento de la economía del comercio, manufactura y los servicios, que en conjunto aportan menos de la cuarta parte del empleo total; también de “otros servicios” que contribuyen con otra cuarta parte; como consecuencia los ingresos del gobierno no aumentaron con el crecimiento del PIB como debió ser. A pesar de conocer todo eso, prefirió mantener su repetitivo informe, alrededor de lo mismo, de la estabilidad macroeconómica, que si bien es un requisito para un crecimiento sostenido, llegó el momento de ser creativo, hablar de los cambios estructurales que demanda la economía.