El 27 de mayo de 2021, Zinedine Zidane se despedía del Real Madrid cuando aún le restaba un año de contrato. Visiblemente cansado y molesto con la directiva por la falta de apoyo, el técnico francés ponía punto y final a su segunda etapa como entrenador del equipo blanco, no tan exitosa como la primera, pero también repleta de títulos. Y hasta hoy. Desde entonces, Zizou no se ha vuelto a sentar en un banquillo.
El caso de Zidane es un caso insólito en el fútbol mundial, la historia de un entrenador de éxito que lleva más de tres años sin pisar un banquillo, como si hubiera renunciado en silencio a una profesión en la que alcanzó la perfección con el Real Madrid. De 2016 a 2018 y de 2019 a 2021 ganó once títulos: 2 Ligas españolas (2017, 2020), 2 Supercopas de España (2017, 2020), 3 Champions League (2016, 2017, 2018), 2 Supercopas de Europa (2016, 2017) y 2 Mundiales de Clubes (2016, 2017). Un currículum espectacular que hasta no hace mucho le convertía en el segundo entrenador más laureado del Real Madrid. Sus tres Champions consecutivas no es que sean historia del club blanco, son historia del fútbol. Pero Zizou ha desaparecido y no ha sido por falta de ofertas.
Manchester United, Juventus, PSG y Bayern han llamado varias veces a su puerta en los últimos años, así como algunas de las mejores selecciones del planeta. Pero Zidane siempre responde lo mismo: «No, gracias». Afincado en Madrid y pendiente de la carrera de sus hijos, solo rompe su rutina para viajar a París y Aix-en-Provence, al sur de Francia, cerca de Marsella, donde tiene su escuela ‘Zidane Five Club’, cuyo fin último es la integración de los jóvenes en riesgo de exclusión a través del deporte.
¿Ha dejado Zidane los banquillos?
La respuesta es no, pero tiene las ideas muy claras. Y estas pasan únicamente por dos proyectos: el Real Madrid y la selección francesa. Se trata de una cuestión de fidelidad. Zizou, a nivel de clubes, no se ve dirigiendo a otro equipo que no sea el equipo de su vida. Y a nivel de selección, lo mismo. Sólo un proyecto muy rompedor podría hacerle replantearse sus ideas, pero por ahora ese no ha aparecido.
Equipos como el Bayern, Manchester United y Juventus, entre muchos otros, han llamado a su puerta y a todos les ha dicho que no.
Zidane, que ha vuelto a recuperar las buenas relaciones con Florentino Pérez, es consciente de que el banquillo del Madrid es imposible. No piensa en ello, de hecho. Desea el mayor de los éxitos a Carlo Ancelotti y sabe que ahora mismo no está entre los favoritos de cara al futuro. Con Francia tampoco hay novedad a la vista, con Deschamps renovado hasta el Mundial de 2026. Así que Zidane se lo toma con calma.
Su equipo de trabajo se dispersa por el mundo.
Al tiempo que Zinedine Zidane disfruta de su vida en Madrid, su equipo de trabajo encuentra acomodo en distintas partes del planeta. Su segundo entrenador, David Bettoni, dirige al Club Africain de Túnez, con el que ya suma 11 encuentros. Antes había dirigido, sin demasiada fortuna al Sion.
Su último preparador físico, el profesor Gregory Dupont, también se ha sumado a Bettoni en el proyecto de Africain de Túnez. Lleva diez días en el cargo de hecho, atendiendo la llamada del que fuera segundo de Zizou. Dupont fue el artífice de la Liga de la pandemia, haciendo que el Madrid volviera a la competición como un avión gracias al protocolo de trabajo que se creó para los futbolistas en sus casas.
El caso más llamativo de todos los ayudantes de Zidane es el de Hamidou Msaidie, que ahora mismo ha dejado de lado el fútbol para crear una plataforma de entrenamiento personal. Es el CEO de una empresa que se llama Slowmotions.
El entrenador de porteros, Roberto Vázquez, trabaja en la Federación Española de Fútbol, centrando su trabajo en las categorías inferiores, con la selección sub 19 como principal equipo.
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