El interés político en primer plano

El interés político en primer plano

POR JUAN BOLÍVAR DÍAZ
El presidente Leonel Fernández Reyna pareció haber desaprovechado la celebración del primer aniversario de su gobierno para dar pasos concretos en el enfrentamiento de los grandes desafíos nacionales, lo que paliaría el creciente desaliento que se diagnostica en el país.

Su discurso del 16 de agosto fue eminentemente político, planteando lanecesidad de la permanencia de su partido en el poder por muchos años y decorte electoralista, incentivando el temprano inicio de la lucha por puestoslegislativos y municipales que se disputarán en mayo próximo, dentro de nueve meses.

Lo único que salvó la efeméride, salpicada de sangre y salvajismo en Piedra Blanca de Bonao, fueron los cambios de funcionarios dispuestos en una decena de organismos gubernamentales, con el elemento positivo de haber incluido a dos que han sido investigados sobre actividades que lindan elámbito de la corrupción.

Sin novedad en el frente

El primer aniversario del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) transcurrió sin más novedades que algunas remociones de funcionarios, sin que se produjeran decisiones que despertaran entusiasmos y renovaran lasexpectativas alicaídas de cambios fundamentales.

Se había esperado que el presidente Fernández aprovecharía la ocasión para dar un nuevo impulso a su gobierno, con pasos concretos que lo llevaran a anotar algunas carreras, como le requirió la reputada socióloga Rosario Espinal en su artículo de HOY del jueves.

La imagen que se ha ido forjando del régimen peledeista es de muchas enunciaciones, magníficos discursos, muchos seminarios y asesores internacionales y pocas materializaciones.

Se esperaban hechos concretos para combatir efectivamente la delincuencia, más allá de las promesas de que habrá tolerancia cero con la misma,  como la dotación de medios de transporte terrestre y aéreo, de equipos de comunicaciones y concretización de los prometidos aumentos de sueldos para la Policía Nacional, así como una elevación significativa del número de sus integrantes para hacer realidad el patrullaje.

En materia de ahorro de combustibles y programas de sustitución, hace meses que se esperan disposiciones gubernamentales, mientras el petróleo escalaba por encima de los 65 dólares el barril. Sin el menor gesto de austeridad, el primer mandatario ha cifrado sus esperanzas de afrontar la carestía del petróleo en la solidaridad del gobierno venezolano tres veces en menos de dos semanas.

En dos ocasiones en apenas diez días el presidente Fernández se ha quejado del robo de energía eléctrica, culpando incluso a los sectores empresariales y adinerados, señalando que el 47 por ciento de los usuarios no pagan el servicio, y se da cuenta de que el subsidio a la misma se ha elevado en más de un cincuenta por ciento en lo que va de año. Pero no hay una sola disposición para enfrentar la situación.

En materia de políticas anticorrupción ya no bastan las condenas a lo pasado si el gobierno no acaba de adoptar una ley o emitir el «decreto puente» elaborado por su Comisión Nacional de Etica, para las compras, contratas y concesiones de obras del Estado.

Tampoco se ha producido ninguna disposición tendiente a reducir el gasto corriente y a generar austeridad en el Estado, aunque es un reclamo permanente dentro de las negociaciones para una real reforma fiscal integral, es decir que supere el nivel de las recaudaciones y abarque el gasto, las prioridades, los controles y la rendición de cuentas.

Un discurso electoralista

En vez de responder a las demandas de los sectores sociales y empresariales y de la opinión pública, el presidente Fernández sorprendió con un discurso de corte electoralista, al hablar el 16 de agosto en la clausura del congreso de su partido.

La improvisada alocución del presidente tuvo dos elementos contraproducentes en momentos en que la atención nacional está centrada en el tratado de libre comercio con Estados Unidos y las reformas fiscales a que obliga: laprolongación en el poder, y el desafío al liderazgo local para que reproduzca el triunfo peledeista del año pasado.

A 9 meses de las elecciones congresionales y municipales, el mandatario proclamó que lAs mismAs pondrán a prueba el liderazgo local de su partido, estimando que éste reproducirá el éxito logrado el año pasado por el liderazgo nacional, para consolidar al partido morado como la primera fuerza política.

Tras ponderar el progreso aportado por los gobiernos de Trujillo y Balaguer, que se prolongaron en el poder, aunque bajo métodos dictatoriales, el doctor Leonel Fernández proclamó que el PLD debe gobernar durante «un tiempo prudente» para realizar grandes tareas de gobierno. «Eso no se hace en 4 años ni en 8 años. Tenemos el dilema de que cada 4 años, hay procesos electorales y hay alternabilidad en el poder, de manera que la visión de desarrollo se ve perjudicada por la alternabilidad».

Tal pronunciamiento fue de inmediato interpretado como el primer aviso del lanzamiento a la búsqueda de la reelección, cuando apenas se cumplía el primer año del período gubernamental. Y no faltaron funcionarios, como la secretaria de Educación Alejandrina Germán, que de inmediato la consideraran conveniente.

La repercusión del planteamiento fue tan fuerte que al día siguiente el propio presidente Fernández aclaró sus alcances, indicando que no se refería a su continuidad personal, sino a la del partido, a la construcción de «una mayoría permanente para que a través de los años la democracia se consolide y tengamos un país que pueda avanzar y progresar».

En cualquiera de los dos casos el planteamiento lució inapropiado en momentos en que se afronta el desafío de una reforma fiscal, cuando el gobierno debería ser el primero en bajar las banderas partidarias en aras del consenso nacional, sobre todo porque el control del Congreso Nacional está en manos del principal partido de oposición.

Si el presidente incita a los líderes locales de su partido a comenzar a trabajar para la victoria electoral del próximo año, cuando ya algunos de ellos comienzan a gastar recursos en promoción personal, mediante vallas y afiches, no puede esperarse que los opositores subordinen sus intereses partidistas al de la nación.

Pero es que, además, una campaña electoral prolongada es absurda en medio de una crisis económica y de los nuevos constreñimientos que impone la reforma fiscal inminente.

Sorprendentes remociones

No dejó de causar sorpresa el número de remociones dispuestas al comenzar elsegundo año del gobierno peledeísta, ya que hubo muy pocas en los dos últimos períodos gubernamentales.

En muchos casos se trató de intercambios de posiciones, pero fue significativo que incluyeran a los directores de la Corporación de Empresas Estatales y del Instituto Postal Dominicano, dos organismos del gobierno donde se habían denunciado prácticas poco transparentes, colindantes con la corrupción.

Los cargos más importantes donde hubo renovación fue en la jefatura de la Policía Nacional, donde el general Bernardo Santana Páez sustituyó al general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, y en la secretaría de Salud Pública, donde fue designado como titular el doctor Bautista Rojas Gómez en lugar del doctor Sabino Báez, quien a su vez pasó a dirigir el Instituto Dominicano de Seguros Sociales, por la doctora Nelly Pérez, a su vez nombrada cónsul en Barcelona.

En la Policía Nacional un académico sustituye a otro que aparentemente no pudo adecuar la institución a los requerimientos de una seguridad ciudadana cada vez más sarandeada por el auge de la delincuencia. El general Pérez Sánchez tampoco pudo imponer su sello personal en el combate a los delincuentes más allá del firme incremento de las muertes de delincuentes y supuestos delincuentes a manos de agentes policiales.

Los otros cambios afectaron a los titulares de la Oficina Nacional de Presupuesto, la Tesorería Nacional, el Instituto Nacional de Auxilios y Viviendas, la Autoridad Portuaria Dominicana y el productivo consulado en Nueva York.

Esos cambios al menos sirvieron para distraer la atención en momentos en que el país era sacudido por la manifestación de primitivismo político que tuvo efecto en Piedras Blanca de Bonao, en la jornada conmemorativa de la Restauración de la República, ocasión en que se renuevan los bufetes directivos de las cámaras legislativas y los ayuntamientos.

La muerte de dos regidores y dos dirigentes del partido de gobierno durante una balacera desatada en el interior mismo del local municipal, fue expresión del desenfreno y las pasiones políticas, de la lucha por posiciones públicas lucrativas así como de la proliferación de armas de todo tipo en manos de la población.

Las informaciones y testimonios recogidos por los periodistas indican que el origen de la tragedia está en luchas internas en la dirección local del partido de gobierno que involucran al gobernador provincial Félix Nova.

La violencia de Piedra Blanca salpicó de sangre la conmemoración del restablecimiento de la independencia nacional, originando nuevos desconciertos, disgustos y cuestionamientos sobre el rumbo del partidismo político nacional. Así una semana que se esperaba dejara crear nuevas esperanzas ha concluido en frustraciones.-

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