El IVSS a los hoteles, otro error como nación

El IVSS a los hoteles, otro error como nación

FRANKLIN E. DÍAZ CASADO
Es tradición a la cual nos tienen acostumbrados nuestros políticos, que cuando se trata de recoger dinero para sustentar la ineficiencia estatal y pagar los compromisos externos, se inventa cualquier cosa, sin medir las consecuencias que dichos actos puedan derivar.

La planificación estatal no existe, y se trata más de improvisación recurrente para cumplir compromisos circunstanciales, que de planificación estratégica a largo plazo. Las presentes autoridades confunden el fin de impuestos creados en otros países, y lo extienden a ámbitos nunca antes vistos, como es el caso del IVSS.

El IVSS es un impuesto utilizado en varios países, con el fin de gravar los bienes de lujo y las propiedades inmobiliarias propias. En los países que se aplica, es un efectivo agente recaudador, pues permite gravar los patrimonios de personas que poseen bienes de lujo y/o grandes inversiones en propiedades inmobiliarias.

Sin embargo, toma en cuenta el propietario del bien, el lujo, la riqueza y la pertenencia, no siendo gravados de ninguna manera inmuebles de poco valor, y mucho menos propiedades que están siendo financiadas con entidades financieras.

En este caso, quiero referirme al grave error que ha sido gravar con el IVSS a uno de los sectores que ha impulsado nuestra economía en los últimos años «El turismo». Éste ha sido el motor de nuestra economía en los últimos años y con la entrada en vigencia del TLC tendrá aún más importancia en nuestra economía de servicios, debido a que no podremos competir con la producción industrial, por los altos costos energéticos y nuestro pobre desarrollo tecnológico.

Sin embargo, el capital de trabajo de este sector, en vez de incentivarse, se mutila. El capital de trabajo de cualquier hotel, está en su infraestructura física, sus edificios, sus instalaciones etc., el gravar este capital confundiéndolo con lujo, es un grave error que pasará factura al crecimiento económico.

Los hoteles no son bienes de lujo, son entes productivos generadores de empleos, cuyo capital no debe ser gravado en detrimento de su estabilidad financiera, el error de las presentes autoridades es tal, que incluye en el pago de este impuesto, propiedades que están siendo financiadas por entidades financieras, sin medir los niveles de apalancamiento de los proyectos, rentabilidades etc., como si fuera posible que un proyecto pagase impuestos por deudas, a pesar de carecer de capital de trabajo.

El gravar con el IVSS a los hoteles, equivale a gravar los bancos por los préstamos otorgados, a las fábricas por la materia prima utilizada o a los agricultores por las tareas de tierra sembrada.

Lamentablemente parece ser que cuando se quiere recoger dinero no se piensa y se ve sólo el momento. Sería lamentable que para que las autoridades entiendan el grave daño que le están haciendo a nuestro aparato productivo, tengan que suceder cosas que disminuyan sus recaudaciones, pues parece ser que todo se hace por ensayo y error.

En estos momentos que se habla de reforma fiscal «integral» espero que el proyecto de nación de que tanto habla nuestro presidente se imponga antes de los intereses particulares y veamos más hacia el futuro que al presente. De lo contrario, seguiremos viviendo el día a día, reforma sobre reforma y perderemos competitividad aún en los sectores que mejor nos va.

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El autor es economista, especialista en mercados financieros.

franklin_diaz@hotmail.com

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