Mezclado entre las festividades navideñas, en que los medios de prensa se llenan de toda la promoción comercial para incentivar las ventas, INAPA publicó un curioso llamado a concurso para la construcción del acueducto de la provincia Peravia, ya que todo el mundo creía que estaba en ejecución.

En abril pasado, en medio de la euforia reeleccionista, y en una ceremonia celebrada al filo del mediodía en un barrio de la zona norte de Baní, el Presidente que buscaba su reelección dio el primer picazo para dejar iniciados los trabajos asignados a una empresa inglesa, que radicada en el país, ha construido varios importantes acueductos. De inmediato la calle principal de Baní se vio herida en su lado oeste para recibir una tubería plástica de 12 pulgadas, que sería una de las alimentadoras principales del agua que llegaría de la presa de Valdesia, según el esquema presentado  por los contratistas de cómo sería el criterio de ejecución de la obra.

Junto con esos primeros trabajos, se realizaron otros de acondicionamiento de la vieja toma de Güera, y al menos en los pasados meses los banilejos pudieron disfrutar de cierta regularidad en el servicio. Pero de repente, con el anuncio de INAPA, provoca incertidumbre, desengaño y hasta sentirse burlado por un gobierno que en aquel mes de abril consideró conveniente hacer el aguaje para atraerse a los banilejos a la reelección, a sabiendas que posteriormente paralizaría los trabajos.

Con este llamado a concurso lo que se estaría procurando es cubrir las apariencias después del affaire de la Sun Land, en que la justicia ha quedado mal parada; entonces, se quiere evitar otro escándalo y estaba en proceso un trabajo de gran envergadura como lo es el acueducto de Baní. Incluso para el financiamiento era necesario el proceso de concurso de acuerdo con la ley de contrataciones de servicios y obras del Estado. Ahora se cubren las apariencias, para probablemente oficializar y santificar lo que se adjudicó en abril pasado, o para darle oportunidad a alguna de las empresas brasileñas que tantos contratos han logrado del gobierno. De esa manera se desplazaría a la inglesa, que sus trabajos aquí y otros países de América dejan mucho que desear.

Con la buena fe y candidez de los banilejos el gobierno peledeísta está jugando. Se sabe que Baní no es como Navarrete o San Francisco de Macorís, que enardecidos cuando se les burla con las promesas, saben hacerse sentir con sus enérgicas manifestaciones populares.

Ahora INAPA debería explicar el llamado a concurso para construir una obra, que desde hace ocho meses estaba en ejecución parcial.

Los banilejos veían que se estaba trabajando, pese a los inconvenientes que presentaron las tuberías, que al realizar las pruebas de presión, experimentaron fugas de consideración en las juntas y otros tipos de fallas.

Es evidente que el gobierno, para tapar y enmendar la decisión original de otorgar la obra de grado a grado, busca evitar otro caso similar con el dinero de la Sun Land, que el gobierno creía iba a disfrutar y ahora será una obra con financiamiento internacional.