ROSARIO TIFÁ
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El hombre, que ha tenido múltiples oportunidades para variar su armario, ha mantenido los jeans como una prenda puntual para la realización de sus actividades habituales dentro del mercado informal.
Y lo ha hecho porque se trata de una pieza que en los 155 años, que cumple en esta ocasión, ha sabido -con sus altas y bajas- acaparar el mercado masculino y femenino, sin discriminar a los más pequeños.
Todo gracias al ingenio del genovés Levy Strauss, quien con apenas 23 años creó una prenda que sobresale por su durabilidad y sentido práctico.
En sus inicios los jeans fueron fabricados con una tela dura denominada loneta, que posteriormente fue sustituida por un tejido de sarga en algodón que hoy se conoce como denim.
En los años 70 y 80 esta prenda se convirtió en un arma más del proceso de igualdad que envolvió a hombres y mujeres de todas las clases sociales.
En ese entonces los comenzaron a usar negros, blancos, ricos, pobres, hippies, actores y actrices imponiéndose la moda bixe. Los chicos se dejaron las melenas largas y las chicas se sometieron a una dieta rígida para bajar de peso.
Pasaron los años y los jeans siguieron con su popularidad intacta, al extremo de convertirse en una de las prendas favoritas para las combinaciones e intercambio de piezas.
En pantalones largos, cortos, estilo pitillo o bermudas, en forma de mamelucos, faldas o vestidos, el jean están en el mercado a disposición de quien desee llevarlo a una fiesta casual, una actividad sport o cualquier otra de su predilección que no sea, por supuesto, formal.
Hablamos de una prenda que ha cautivado hasta a afamados diseñadores y firmas de moda, entre los cuales citamos a Armani y Versace que lo incluyen en sus colecciones pret-a-porter.
¡Mire que han cambiado los tiempos!, porque observar una pieza salir de las minas y las granjas y convertirse en una prenda de lujo al añadirle lentejuelas y canutillos, es mucho decir.
La cifra
155
Años cumplen los jeans creados, según la fecha más confiable en 1853, por Levy Strauss, para abastecer el mercado formado por obreros de las minas de oro y las granjas.