La opinión del FMI tiene un enorme valor para el inversor extranjero

Esteban Vesperoni, jefe de la Misión del FMI a cargo del análisis de nuestra economía en el marco del Articulo IV del Convenio Constitutivo, alabó la velocidad de recuperación del PIB y empleo que perdimos en 2020. Sostuvo que pertenecemos a un grupo privilegiado de economías emergentes, estamos muy por encima de la media de países de América Latina.

Una declaración del jefe de Misión del FMI alaba la rápida recuperación de la economía solvente, sin matizaciones, y tiene razón, la cascada de datos de las cuentas nacionales son alentadores, dibuja una recuperación progresiva tras la aguda caída de la economía.

En abril fue histórico el desplome, el PIB perdió -29.8%, en mayo menos de la mitad, un -13.6%, iniciando las actividades económicas un ascenso sostenido y seguro desde el profundo hoyo en que cayó, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, en diciembre ya estábamos en la superficie, la perdida fue solo de -1.0%.

Como lo dijo el Jefe de Misión del FMI, la rápida recuperación tiene nombre y apellido, la efectividad de las políticas monetaria y fiscal, en concreto, por la oportuna y fuerte expansión de la liquidez en pesos, combinada con medidas de compensación social del Gobierno.

Cambió la percepción del consumidor, mejoró la confianza, y eso llevó a volver a consumir, a materializar consumo pospuesto por la pandemia, y los empresarios a invertir.

La opinión del FMI tiene un enorme valor para el inversor extranjero, confirma que República Dominicana es un lugar privilegiado para invertir, producir y ganar dinero, no obstante, en 2020, el PIB haber tenido el peor resultado registrado desde los años 1929-1932, cuando acumulado se desplomo un -32.6%, tardando la economía siete años (en 1939) para volver al tamaño de 1929.

En esta ocasión es diferente, el Banco Central, Organismos Internacionales, bancos de inversión y firmas calificadoras de riesgos, coinciden en que tardaremos solo diez y ocho meses en reestablecer el PIB que se esfumo en 2020, que este año recuperamos alrededor de tres cuartos de lo perdido y completamos en el primer semestre de 2022.

Aunque no lo menciono el Jefe de Misión del FMI, la recuperación debe superar el desafío del petróleo caro, para crecer entre 5.5% y 6.0% tenemos que importar y consumir alrededor de 60 millones de barriles de combustibles, y de continuar la tendencia el precio medio del barril no bajara de 55 dólares en 2021, engordando la factura petrolera con USS$570 millones adicionales, comparado con lo establecido en el Presupuesto Público.

Las buenas noticias son, por un lado, que al país está entrando dólares en cantidad que supera las expectativas, podemos pagar el mayor de precio del petróleo. Y, por otro lado, aunque en teoría su encarecimiento frena el crecimiento de economías importadoras netas de combustibles, nuestras estadísticas dicen que crecemos aun con altos precios.

Estoy seguro que el FMI trasladara a las autoridades, en el marco del Artículo IV de su Convenio Constitutivo, la recomendación de comenzar a consensuar la reforma fiscal integral, para en tres años, empezando en 2022, recaudar un 5% del PIB.

Facilitaría el objetivo si logramos que las multinacionales tributen aquí, aunque su presencia física este fuera del país, como lo intenta hacer Biden en Estados Unidos.