El jengibre en la cocina

<p>El jengibre en la cocina</p>

Tradicionalmente se usaba en la cocina china, pero cada día más expertos en alimentos lo incluyen en sus platillos para darles un sabor más exótico

Conocido desde tiempos milenarios por sus propiedades medicinales, el jengibre ha ido ganando terreno en el campo culinario. Cada día más chefs lo utilizan para dar a sus comidas una sazón exótica e innovadora.

En la cocina de hoy el jengibre se utiliza en platos dulces y salados como sopas, guisos, verduras, arroz, frutas, pasteles y hasta en bebidas. Dependiendo de la cantidad y de la forma en que se utilice, puede añadir a las comidas un sabor dulce o picante.

En el supermercado lo podemos encontrar fresco, seco y preservado; puede comprarlo en polvo, pelado y partido en rodajas o envasado en vinagre. En las tiendas de productos naturales también lo venden en forma de caramelo o cristalizado.

Cuando vaya a comprar el jengibre fresco, asegúrese de que tenga buen olor y no compre el que tenga grietas o señales de moho. Busque que la cáscara esté lisa y el cuerpo de la raíz firme. Cuando la piel del jengibre está arrugada significa que no es de buena calidad y que podría estar seco en su interior.

Para usar el jengibre fresco, primero hay que pelarlo y luego partirlo de la forma deseada. En rodajas es bueno usarlo para darle sabor al aceite en que se fríe o saltea la comida. Se incorpora en la sartén justo cuando el aceite está bien caliente.

Generalmente se parte a la juliana (en tiritas) cuando se fríen platillos chinos, como en los platos que se combinan con otras verduras de fácil cocción. Se parte en cuadritos o cubitos cuando se preparan salsas que mezclan soya y vino, casi siempre para acompañar carnes o mariscos.

El jengibre rallado o picado finamente se usa para saltear con ajos y pimientos y para aderezar carnes que se van a asar a la parrilla. También sirve para aderezar comidas que no tienen sal.

Por otra parte, el jengibre envasado o marinado en vinagre es el que se utiliza para acompañar el sushi.

Para obtener un sabor más intenso a jengibre, añádalo al final de la preparación de los platillos. Si por el contrario desea que su sabor pase desapercibido, agréguelo al principio de la cocción.

En la repostería el jengibre es usado mayormente para añadir un sabor dulce a los postres y pasteles. Es excelente acompañante de las manzanas y las bananas.

El jengibre fresco puede durar en el refrigerador de dos a tres semanas, recuerde que lo tiene que pelar justo cuando lo vaya a usar, de lo contrario se seca. El seco debe ser almacenado en lugares frescos y secos, preferiblemente oscuros.

Usar más jengibre en la cocina dará a sus platillos un gusto diferente; además, recuerde que entre sus beneficios se encuentra ser un producto que ayuda a la digestión, elimina los dolores reumáticos y disminuye las molestias de gripes y resfriados.

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