Si desea ganar espacio, dividir o integrar estancias, obtener luminosidad extra, añadir un toque de versatilidad, sencillez, modernidad… en su hogar, las puertas corredizas, correderas, puertas-ventanas, o como guste nombrarlas, son una excelente alternativa para lograrlo.
Este tipo de puertas es cada día más buscado por los diseñadores y arquitectos de interiores, pues posee la particularidad de abrirse de manera horizontal con tan solo deslizar la puerta sobre un espacio predeterminado, paralelo al lugar en el que se encuentra.
Y lo mejor de todo es que, a diferencia de años anteriores, las puertas corredizas no solo están destinadas para utilizarse en la ducha o los armarios; en la actualidad vemos cómo cada vez más se cuelan en salas, comedores, cocinas, habitaciones o se usan para separar la casa del patio o jardín.
Variedad. Las puertas corredizas pueden encontrarse en diversos estilos, formas y tamaños.
Si el espacio lo permite, colocar dos o tres puertas corredizas en determinadas estancias puede ser una opción estupenda. Por lo regular, se incorporan en los ambientes más grandes o las estancias principales, como la sala o el comedor.
En cuanto al sistema de apertura, puede elegir entre puertas correderas con casoneto o aquellas que están colgadas del techo gracias a un sistema de guías.
También están las puertas corredizas plegables, las cuales suelen estar compuestas por varias piezas que se pliegan sobre sí mismas en forma de acordeón, permitiendo un interesante aprovechamiento del espacio.
Material. Puede optar por puertas enteras de cristal, con perfiles o marcos metálicos, de madera natural, pulida o palets, hierro… Una alternativa muy innovadora es colocar diseños personalizados en vinilo a las puertas de cristal. Tiene la libertad de seleccionar letras, figuras geométricas, de animales, plantas…
¿Y el color? el universo es infinito, elija su favorito, tomando en cuenta que vaya de la mano con el resto de la decoración.