El lado no visto de la película de Lego

El lado no visto de la película de Lego

Un tipo normal llamado Emmet es confundido con el Maestro Constructor, el salvador del universo. Y con la ayuda del místico anciano Vitruvius, una chica dura llamada Lucy y Batman, tendrá que luchar para derrotar al Señor Negocios, un malvado tirano que planea destruir el cosmos pegando todas las piezas que lo componen.

Podría ser la sinopsis de cualquier película infantil.

De hecho, es el resumen de lo que ocurre en Lego, la película (Lego the movie, por su título original, en inglés), la cinta basada en el famoso juguete de los bloques interconectables, uno de los grandes éxitos de este año en las taquillas internacionales.

Pero el sencillo argumento de los buenos contra el gran malo queda en segundo plano ante el dinamismo de los populares muñecos de plástico, de los brillantes efectos especiales.

Y es que hacer la película requirió de una gran maestría tecnológica.

Como hecha a mano

«Insistí en que debía parecer un filme hecho a mano», cuenta el codirector de la película, Phil Lord, a la BBC.

La idea está lograda. Los vehículos en los que se trasladan los personajes, las casas en las que viven, las carreteras, todo parece haber sido construido por alguien con una gran paciencia, poco a poco, pegando las piezas una a una.

«El problema es que, de haberlo hecho a mano, hubiéramos gastado cientos de miles de dólares sólo en piezas de Lego», exclama.

Niños con piezas de lego.

Así que, como en la mayoría de las películas del género, echaron mano de la tecnología digital.

De esto se encargó la compañía australiana Animal Logic.

Parece pero no es

Los diseñadores le dedicaron horas y horas a los gráficos 3D generados por ordenador.

Y los crearon de tal forma que parecen animación real en stop-motion, una técnica que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Según el estudio de diseño, sólo el 1% de la película es stop-motion.

Para imitar esta técnica, utilizaron estabilizadores de cámara virtuales.

Animal Logic utilizó Lego Digital Designer, un programa que permite al usuario construir modelos con piezas digitales de Lego.

Gracias a esto logró hacer modelos de gran precisión.

Después los diseñadores eliminaron la geometría de estos modelos y contruyeron con ellos todas las escenas.

Además, cada pieza fue modelada de manera separada con el software de animación Maya y también XSI. Así se explica en la página web de Animal Logic.

Marcas e imperfecciones

Se fijaron en piezas usadas de Lego, en sus marcas y defectos, para que las digitales se asemejaran a éstas.

«Se añadieron huellas dactilares, rasguños, pelos a estas piezas virtuales», explica Lord.

Lo más complicado fue, quizá, conseguir el efecto del movimiento de una ola hecha de piezas de Lego.

«Teníamos que crear una simulación de agua que se pudiera después montar y desmontar por computadora», dice, mientras ríe, consciente de la dificultad del reto.

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