Hannah Montana sembró una semilla en los corazones de una generación que en la actualidad lidera el pop - (EFE/EPA)
En el escenario de la música pop, un fenómeno inesperado está dando forma a la nueva generación de estrellas. Hannah Montana, la icónica serie de Disney protagonizada por Miley Cyrus, sembró una influencia tan poderosa que, años después de su emisión (2006-2011), continúa resonando en los escenarios.
Artistas emergentes como Sabrina Carpenter y Chappell Roan crecieron con el sueño de emular a la estrella de la doble vida que, de día, era una adolescente normal, y de noche, una superestrella de pop. Esta “generación Hannah Montana”, como la denominó Rolling Stone en su edición de julio de 2024, ha llevado el espíritu desenfadado y la estética de alta energía del programa al centro del pop moderno.
Reconocimiento a Miley Cyrus y el legado de Hannah Montana
A medida que los nuevos artistas pop citan a Miley Cyrus como una de sus mayores influencias, el legado de Hannah Montana ha ganado una relevancia renovada. La propia Cyrus, que en sus comienzos luchó por desligarse de la imagen de estrella juvenil, ha visto cómo su personaje de Disney se convierte en un símbolo aspiracional para una generación de músicos que crecieron con la serie.
En 2024, Cyrus fue honrada como Leyenda de Disney, la persona más joven en recibir este reconocimiento, uniéndose a figuras como Elton John y Angela Lansbury. Además, su reciente sencillo “Flowers” se convirtió en el tema más escuchado a nivel mundial, y obtuvo su primer premio Grammy, consolidándola como un ícono en el pop contemporáneo.
Para artistas como Chappell Roan, conocer a Miley Cyrus en persona y recibir una invitación a una fiesta privada fue un momento crucial: “Miley me invitó a una fiesta, y yo solo podía pensar, ‘tú fuiste mi primer concierto’”. La influencia de Hannah Montanaes tal que Roan, quien también adopta una “doble vida” a través de su personaje en drag, asegura que la dualidad de ser una persona privada y, a la vez, una artista pública, es algo que aprendió de su ídolo de la infancia. Así, este legado se mantiene vigente, fusionando en cada presentación los límites entre lo real y lo ficticio, tal como Miley hizo con su personaje en la serie.
Por otra parte, Sabrina Carpenter, con solo seis años, quedó fascinada con el programa de Disney protagonizado por Miley Cyrus. “Recuerdo ver el piloto y decir: ‘Quiero hacer eso. Quiero cantar, quiero actuar y quiero bailar’”, expresó en una entrevista de 2020. Esta serie la inspiró tanto que, tres años después, competía en el MileyWorld Superstar Contest buscando un contrato discográfico; y aunque solo obtuvo el tercer lugar, este trampolín le permitió entrar en la industria a través de Disney y, más tarde, iniciar una carrera musical.
Reinvención del pop tradicional
A medida que el pop de las superestrellas consagradas como Taylor Swift y Billie Eilish se torna introspectivo y de tono melancólico, un grupo de artistas emergentes ha comenzado a transformar la escena con canciones más ligeras y cargadas de humor. Figuras como Sabrina Carpenter, Chappell Roan y Charli XCX se destacan al revivir el espíritu del pop divertido y provocador.
En contraste con la música introspectiva y diseñada para audífonos de artistas como Swift o Eilish, estos nuevos talentos traen melodías llenas de energía, ideales para las pistas de baile. Carpenter, con éxitos como “Espresso” y “Please Please Please”, utiliza letras ingeniosas, llenas de ironía, que conectan con el público joven y reflejan una actitud auténtica y desenfadada.
Por su parte, Chappell Roan incorpora en sus canciones un enfoque abiertamente queer y sin complejos, mezclando la sinceridad en baladas como “Casual”con letras juguetonas y atrevidas. Con su álbum “The Rise and Fall of a Midwest Princess”, que debutó en el top 10 de Billboard, Roan ha logrado captar la atención del público con un estilo que desafía las convenciones y que, en palabras de la crítica, hace falta en la música actual.
Éxito tardío y autenticidad
Aunque tanto Carpenter como Roan y Charli XCX llevan años en la industria, su gran éxito ha llegado en la última etapa de sus carreras. Carpenter, luego de diez años de trayectoria, consiguió su primer número uno en Billboard con “Please Please Please”, mientras que su anterior sencillo, “Espresso”, aún se mantiene en el top cinco meses después de su lanzamiento.
Este éxito tardío se debe en gran medida a la autenticidad con la que estas artistas han construido sus carreras, manteniéndose fieles a sus estilos sin intentar amoldarse a los cánones de la industria. La exejecutiva de Capitol Music Group, Michelle Jubelirer, destacó este aspecto en una entrevista: “Son mujeres increíblemente fuertes, independientes y un poco descaradas… es como decir, ‘acepten quienes somos, o no nos importa’”.
La independencia y autenticidad han permitido que estas artistas conecten con una audiencia que demanda una representación sincera y diversa en la música pop. Este auge del “pop sin filtros” —como algunos críticos lo han llamado— parece ser una respuesta directa a las expectativas de una generación que quiere ver en sus ídolos una imagen honesta y sin adornos.
Conexión con la Generación Z y Cultura Queer
La nueva generación de artistas pop también ha marcado una diferencia notable en su representación de temas LGBTQ+ y en su conexión con la Generación Z, quienes buscan autenticidad y diversidad en la cultura pop. Chappell Roan, quien proviene de un entorno cristiano conservador, es pionera en abrir un espacio para el pop queer, con canciones que hablan de relaciones entre personas del mismo género con honestidad y sin tapujos. En su balada “Casual”, Roan aborda temas de amor y cotidianidad, dándole una perspectiva fresca y cercana a los oyentes.
Este estilo sincero y diverso en la música pop está logrando captar a una audiencia que desea ver reflejadas sus experiencias en los medios. Al adoptar elementos del drag en sus presentaciones y abordar temas queer con humor y transparencia, Roan se convierte en una figura de representación significativa. Este enfoque conecta con una generación que ha crecido en un contexto cultural más inclusivo y que aprecia ver en sus ídolos una postura honesta y cercana hacia temas que los afectan directamente.