El legado de Le Corbusier

El legado de Le Corbusier

Recientemente, 17 obras de Le Corbusier fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Estamos hablando del arquitecto suizo nacionalizado francés a quien se le considera la figura más importante de la arquitectura moderna y uno de los más renovadores e influyentes arquitectos del siglo XX. Su nombre real es Charles Edouard Jeanneret-Gris.

Por coincidencia, recientemente Le Corbusier y sus importantes obras arquitectónicas fueron objeto de estudio en nuestra clase de Historia de la Arquitectura, impartida magistralmente por la arquitecta Natividad Cotes, maestra de extraordinaria vocación y manejo y conocimiento de todos los temas de referencia.
Allí, aprendimos más a valorarle, involucrándonos con su pensamiento, con sus planteamientos y entrando en sus construcciones y edificaciones de gran impacto.

Entre estas 17 obras referentes, varias construidas en Francia, se encuentran la conocida Villa Saboya, construida en el año 1928; la famosa capilla Notre Dame du Haut, Ronchamp, entre los años de 1950 y 1955; y la Unidad de Habitación de Marsella, de 1945. Además, la Casa Curutchet, levantada en La Plata, Argentina, en 1949.
Estas cuatro obras en particular nos permitieron estudiar sus referidos 5 puntos de la arquitectura moderna, las cuales enunciara en un documento publicado en 1926 y han funcionado como guía para varias generaciones de profesionales del siglo XX. Estos son: elevación sobre pilotes o columnas, la planta libre, la terraza-jardín, la ventana longitudinal y la fachada libre.
Estas obras que hoy son Patrimonio Mundial se encuentran ubicadas en siete países: Francia, Suiza, Alemania, Bélgica, India, Japón y Argentina. En su primer cambio de planteamiento, Le Corbusier rompe con la rigidez establecida por el estructuralismo racionalista de entonces, dando como resultado, entre otros aspectos, su particular concepto arquitectónico referido en sus techos curvos.
Nos encontramos ante ese gran maestro de la arquitectura moderna, inquieto, innovador, autodidacta. Murió el 27 de agosto de 1965, pero su vida es imposible de borrar. Ella es y será todo eso que vemos en cada una de sus importantes obras arquitectónicas.

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