El legado de Leonel a Danilo

El legado de Leonel a Danilo

Leonel Fernández entregará a Danilo Medina un país con una macroeconomía estable,   crecimiento adecuado en medio de una crisis global,  exportaciones en aumento, confianza de los agentes económicos, las ventanillas externas de financiamiento abiertas, reformas estructurales en el sector financiero y el fiscal, un vasto plan de obras en toda la geografía nacional, importantes avances en materia social; pero también entrega un país pendiente de importantes decisiones fiscales, una crisis eléctrica no resuelta, aumento de la inseguridad ciudadana y la necesidad de mejorar la institucionalidad y la eficiencia del Estado.

A pesar de que ciertos economistas magnifican la realidad del déficit fiscal, lo cierto es que el verdadero problema no es el déficit, que puede y debe reducirse, el problema lo representan las bajas recaudaciones del Gobierno. El pasado año los ingresos totales representaron el 13.2% del PIB y con el déficit de 2.6% del PIB se llegó a un gasto total equivalente al 15.8% del PIB. En ese periodo el gasto promedio en AL y el Caribe alcanzó el 21.2% del PIB (Cifras CEPAL). Solo Guatemala y Haití gastaron menos que la RD. Si pretendemos el 4% para educación, salud universal, policías bien pagados, obras en todo el país y superávit primario (para garantizar la consolidación fiscal) es necesario elevar las recaudaciones por lo menos a 16% del PIB en una primera etapa. Por supuesto, calidad y prioridad en el gasto, y el Presidente electo ha sido consistente con ese planteamiento.

El sistema eléctrico representa uno de los principales retos del próximo gobierno, pues a pesar de los avances en la gestión del Lic. Celso Marranzini, sigue representando un obstáculo para elevar la competitividad del país y una carga fiscal que resta recursos a los sectores sociales (entre 2005 y 2011 el subsidio consumió la friolera de US$4,682.9 millones).

La mejoría en la calidad de la educación pública representa otra tarea trascendental  para el próximo Presidente. Dedicar el 4% del PIB a la educación no garantiza ese propósito,  muchos países gastan más que eso y los resultados han sido decepcionantes, otros gastan menos y han logrado resultados impresionantes. ¿Cuántas aulas son necesarias para establecer la tanda única? ¿Qué vamos hacer en nuestras universidades para graduar mejores docentes? ¿Qué vamos a hacer con la ADP y los profesores sin la debida preparación? ¿Cómo vamos a integrar los padres y las comunidades?

La seguridad ciudadana disminuida por el narcotráfico, los asaltos y los crímenes de género representa otro reto para el Presidente Medina. ¿Será posible una verdadera reforma policial? ¿Continuar la profesionalización y mejores salarios a los fiscales? ¿Cómo ofrecer mejores oportunidades y un horizonte a los jóvenes en el corto plazo para alejarlos del delito?

Mejorar la institucionalidad del Estado será otro de los retos para el Presidente Medina, comenzando con la aplicación estricta de la Reforma de la administración fiscal (desde la Cuenta Única de Tesorería hasta la Ley de Compras) y las obras pasen por las etapas señaladas en el Sistema Nacional de planificación e Inversión. También aplicar las ventanillas únicas y simplificar los trámites para que los permisos, licencias y aprobaciones sean expeditos y sin costos subterráneos.

El Presidente Danilo Medina tiene la gran tarea de mejorar la percepción local e internacional sobre la corrupción, quitarle el “San Benito” de que los gobiernos peledeístas han sido los más corruptos en la historia y devolver la credibilidad a la función pública erosionada por una minoría de funcionarios corruptos.

El país que recibe Danilo Medina es superior a la nación sumergida en la peor crisis económica y social que heredó Leonel Fernández en 2004, pero el próximo Presidente deberá afrontar graves problemas con un entorno internacional adverso. Para acometer esas tareas y hacer honor a sus promesas apenas cuenta con cuatro años.

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