El libro de Rafaelito, o la tapa al pomo

El libro de Rafaelito, o la tapa al pomo

Con ese nombre fue y aún sigue siendo conocido por sus íntimos el Dr. Rafael Alburquerque de Castro, autor de “La Reforma del Código del Trabajo.”

A raíz del ajusticiamiento de Trujillo estrechamos al militar en el FURR, una facción de centro izquierda liderada por Armando Hoepelman, alineada al PRD, igual que Fragua respondía a los lineamentos de la izquierda revolucionaria, con Asdrúbal Domínguez a la cabeza, y el BRUC, orientado por la doctrina cristiana de la Iglesia Católica. Conservadora y aguerrida con Bernardo Defilló, verdaderos líderes estudiantiles que agrupaban a su alrededor jóvenes de gran talento y valía, exponentes de una juventud decidida, no corrompida ni contaminada, defensora de los mejores intereses patrios, de facturas ideológicas diferentes, pero unidos en un común empeño: romper las ataduras que privaban a profesores y estudiantes de la libertad de cátedras, del fuero y la autonomía universitaria, al grito redentor de Córdoba.

El Dr. Alburquerque cursó la carrera de Derecho, se graduó con brillantes notas, se hizo abogado y se especializó como experto en materia laboral. Pasado Vice Presidente de la República, Ministro de Trabajo en diferentes gobiernos, catedrático universitario y reconocido por sus colegas y organismos internacionales por sus muchas aportaciones y su ardua labor académica e intelectual, fue co autor, junto con el Dr. Lupo Hernández Rueda y el Dr. Milton Ray Guevara, del Código de Trabajo. Ante propuesta ley de reforma del empresariado no podía mantenerse callado.

El Código vigente, moderado, conciliador, alineado al pensamiento liberal de la OIT, que sustituye el viejo Código Trujillo de Trabajo” del 1951, que ser avasallado, en síntesis, por una desafortunada contra reforma que evidencia las apetencias desproporcionadas de explotación y dominio del empresariado, manifestadas en la necesidad de eliminar las regulaciones del Código de Trabajo, su carácter tuitivo y proteccionista que, en su peculiar parecer, perjudica la competitividad empresarial a nivel regional e impide la posibilidad de creación de nuevos empleos.

Ese sofisma, cargado de una enorme dosis deshumanizante, grotesca, es lo que magistralmente el Dr. Alburquerque, dueño de un ordenado método expositivo, contundentemente, rebate en su condensado libro de apenas 88 páginas, y un anexo comparativo de los artículos que desmonta la infausta reforma con elementos y datos comparativos precisos, expuestos con sapiencia y objetividad científica, de manera lucida y bien intencionada diafanizando conceptos, aclarando pretensiones erradas y desnudando de cuerpo entero el verdadero objetivo, el “leit motiv” de los proponentes: reducir costos, obtener mayores ganancias, fortalecer su preeminencia y dominio. Nada extraño, siendo esa la esencia misma del capitalismo, pero no a costa del sacrificio de las pocas conquistas labores que dignifican el trabajo y la propia vida del obrero, hacedor de las grandes fortunas acumuladas que maneja capital amo de la empresa que debe protegerlo, capacitarlo, integrarlo, no marginarlo ni maltratarlo, tal fue el propósito del Tratado de Versalles, para salvar al capitalismo gravemente amenazado, a punto de colapsar, por el avance de las corrientes ideológicas políticas y filosóficas de los movimientos sociales y del comunismo en muchas partes del mundo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas