El libro electrónico, nuevas posibilidades

El libro electrónico, nuevas posibilidades

A comienzos de septiembre, cuatro de los principales editores de Estados Unidos acordaron abrir un centro de distribución en línea en el portal de Yahoo con el fin de vender sus libros electrónicos directamente a los lectores, sin depender de los comerciantes minoristas (Yahoo recibirá comisiones por las ventas que se hagan en el sitio).

Algunos observadores contemplan la participación de Yahoo en la pugna entre los editores y los libreros como un síntoma de que las ventas potenciales de libros electrónicos aumentarán, razón por la cual ambos sectores buscan colocarse en una situación favorable como distribuidores.

Por otra parte, Adobe Systems había anunciado el mes anterior que se encontraba trabajando con importantes editoriales para crear libros electrónicos de texto basados en el formato PDF. Los llamados eTextbooks, que abarcarán una gran cantidad de materias como contabilidad, química, inglés, historia, matemática y otras, podrán ser leídos usando el software gratuito Acrobat eBook Reader.

La nueva versión 2.2 de este programa, que con el Reader de Microsoft es uno de los más utilizados para leer en formato digital, incorpora características que, según Adobe, facilitan la lectura de las páginas grandes al hacer que tomen la forma de la pantalla, permiten que el usuario haga anotaciones, vea dos páginas al mismo tiempo, tenga acceso a la Internet y otras ventajas.

Los estudiantes adquirirían estos libros directamente desde los sitios en la Web de las casas editoras, de las librerías y de Adobe (y quizás hasta de Yahoo, si esta firma ampliara su acuerdo con nuevos editores).

[b]Una lenta aceptación[/b]

Hubo una época en que el libro electrónico parecía destinado a un futuro exitoso. Los avances en la tecnología del Internet facilitarían la obtención y distribución de obras en forma digital a cada rincón del mundo.

La ausencia de papel, encuadernación y otros procesos de la elaboración del libro abarataría extraordinariamente su costo. Con el transcurso del tiempo, sin embargo, el mercado para este producto no se materializó en la forma esperada, especialmente en países de gran consumo como es el caso de Estados Unidos. Esta situación podría estar cambiando ahora.

[b]Poco a poco…[/b]

En el mundo de lengua española, el libro electrónico parece estar ganando aceptación lentamente, a juzgar por el número de sitios de la Web que trabajan en su edición y venta. Uno de éstos es Libros en Red.com, editorial uruguaya dedicada principalmente al campo digital desde hace dos años.

Esta firma intenta difundir el trabajo de autores que no tienen acceso al circuito tradicional de impresión por sus elevados costos. Pero, según declara, las ventajas de la edición digital no son sólo los costos, sino los mayores márgenes que recibe el autor, la ausencia de límite de copias y la venta simultánea en todos los países y en todo momento.

Otras editoriales digitales están surgiendo igualmente en América Latina y España, casi todas con la finalidad de publicar o vender obras a un precio inferior a sus homólogos del campo impreso. Como las afamadas ciberlibrerías de las firmas estadounidenses Amazon y Barnes & Noble, hay tiendas en línea originadas en países hispánicos (un ejemplo es la española Veintinueve) que se concentran en la venta de las obras.

¿Es realmente más barato el libro electrónico? Aunque actualmente la diferencia en precio con los mismos títulos publicados en papel es pequeña (especialmente cuando no son impresiones por pedido), debe esperarse que el auge del mercado digital contribuya a la reducción del costo.

[b]Se lee en español[/b]

Si bien es alentadora la cantidad de sitios que comercian libros electrónicos en español, el establecimiento definitivo de una base de clientes está sujeto a la disposición de éstos a cambiar sus costumbres de lectura y a la disponibilidad del hardware más apropiado para hacerlo.

En muchos casos, no parecería muy práctico limitarse a leer utilizando sólo una PC de escritorio, o incluso una portátil. Los principales dispositivos de mano existentes, como la Pocket PC, la RCA REB 1100 y 1200, o la Palm son diseñados cada vez más ergonómicamente, con mejores pantallas retroiluminadas para facilitar la lectura, menos peso y baterías más duraderas, pero necesitan estar más al alcance del usuario latinoamericano. Cuando esto ocurra, será algo muy corriente seleccionar y recorrer las páginas de su lectura preferida en el avión, el autobús o en su banco acostumbrado del parque con sólo oprimir un botón.

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