El líder del PP acusa a Zapatero de dejar una “herencia envenenada»  

El líder del PP acusa a Zapatero de dejar una “herencia envenenada»  

Madrid, (EFE).- A dos meses de las elecciones generales, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se despidió hoy del Parlamento, ante el que el líder de la oposición conservadora, Mariano Rajoy, le acusó de dejar una “herencia envenenada».   En la última sesión de control al Gobierno de esta legislatura, Zapatero y Rajoy, líder del Partido Popular (PP, centroderecha) protagonizaron un último y agrio cara a cara repleto de reproches.  

 Zapatero, que renunció a concurrir a un nuevo mandato como candidato socialista en las próximas elecciones generales adelantadas al 20 de noviembre, se despidió de los diputados de la cámara baja admitiendo que se siente “responsable” del alto desempleo que registra el país, con casi cinco millones de parados, lo que hace que se vaya insatisfecho.  

El jefe de la oposición conservadora, que aspira a sucederle al frente de la presidencia del Ejecutivo tras haber perdido en las dos ocasiones anteriores en las que se enfrentaron en unos comicios generales (2004 y 2008), no dio tregua a sus reproches en la despedida.  

Rajoy, al que las encuestas auguran una holgada victoria con mayoría absoluta el 20 de noviembre, le acusó de dejar “una herencia envenenada”, con dos millones y medio más de desempleados, 250.000 millones más de deuda, la renta en niveles de 2004, recortes sociales y la desconfianza de los mercados en la economía española.  

Expuso también las que considera son las lecciones que se deben sacar del Gobierno de Zapatero para no repetir su comportamiento y enumeró- no errar en el diagnóstico de la situación económica, no engañar, hacer reformas y tener un plan para gobernar.  

“No hay que generar falsas expectativas” y “no se debe gastar lo que no se tiene”, agregó, para reprocharle también haber gobernado en la recta final de esta legislatura por decreto ley.  

Zapatero expresó su confianza en la capacidad de España para resistir la crisis, que recordó es un fenómeno global que afecta a muchos países, y afirmó que en ese duro combate su Gobierno hizo lo que debía, con “responsabilidad” para “evitar males mayores”, preservar la cohesión social y garantizar la continuidad del euro.  

También tuvo palabras de reproche para el líder opositor al afirmar que “la inmensa mayoría de los ciudadanos quieren responsables políticos, líderes, que ofrezcan algo, y no solo ataquen».  

Rajoy le deseó suerte en su nueva andadura en una fría despedida parlamentaria en la que Zapatero fue arropado por los aplausos de sus compañeros de filas socialistas puestos en pie.  

La de hoy ha sido su última comparecencia parlamentaria ya que las cámaras serán disueltas el próximo 27 de septiembre, un día después de que se convoquen oficialmente las elecciones para el 20 de noviembre.  

El presidente de Gobierno confesó a los periodistas que un día como hoy sentía “nostalgia” tras una larga carrera parlamentaria, a la que llegó en 1986, con 26 años, lo que entonces le convirtió en el diputado más joven.  

Catorce años después, en el año 2000, su elección como secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) supuso una sorpresa al imponerse en unas elecciones internas al veteranos dirigente José Bono.  

También fue una sorpresa su victoria el 14 de marzo de 2004 en las elecciones generales en las que venció por primera vez a Mariano Rajoy, que había sucedido como cabeza de cartel del PP a José María Aznar, y que se celebraron en medio de una enorme conmoción por el atentado múltiple contra cuatro trenes cometido por yihadistas, que causó 191 muertos y casi 2.000 heridos.  

Zapatero volvió a vencer a Rajoy en marzo de 2008, poco antes que estallara la grave crisis económica que ha elevado el desempleo a casi el 21 por ciento de la población activa, hundió el crecimiento y disparó el déficit público.  

El próximo 20 de noviembre el líder del PP no medirá sus fuerzas con su conocido rival sino con Alfredo Pérez Rubalcaba, un veterano dirigente del PSOE, ex vicepresidente y ministro del Interior con Zapatero que formó parte también de los Ejecutivos de Felipe González.  

Las encuestas pronostican un castigo del electorado a los socialistas por el alto desempleo y los recortes que el Gobierno tuvo que adoptar por la crisis, y una holgada victoria del PP, que podría superar los 176 escaños de la mayoría absoluta. EFE

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