El líder emergente

El líder emergente

JOSÉ D. BATISTA
En un mundo sin frontera, donde el mercado es abierto, nadie tiene la totalidad de los recursos, y mucho menos la capacidad de evitar la entrada de productos y servicios. Esto sugiere que entramos en una economía de complemento y coopetitividad, la suma de capacidades distintivas para competir. La coopetitividad se define como la habilidad de sumar las capacidades distintivas como fundamentos para la inserción nacional, en una economía de mercado abierto.

En este escenario, liderazgo no necesariamente es un conjunto de características contenidas en una persona, sino la armonía de éstas con la conducta requerida, para llevar a cabo la visión trascendente de un contexto cambiante que demanda una postura integradora.

Es por eso que en tiempo de transformación, líder es aquel que, tomando el deseo inconsciente de la gente, lo armoniza con una visión trascendente que institucionalice un programa que responda a la estabilidad del sistema, eliminando de esa manera la formación del fenómeno de masa.

Si el líder piensa que es el depósito de la visión, y no el facilitador, se convierte en un centro de convulsión alrededor del cual giran el castigo, la separación y un estado permanente de agitación que justifican su presencia, tiende a ser un catalítico del fenómeno de masa, y luego se convierte en dictador.

El líder emergente se define como: La persona que aprovecha las circunstancias emergentes que lo llevan al poder, para establecer un proceso de transición hacia una nueva etapa de desarrollo. Lo contrario sería el líder oportunista e inmaduro, quien aprovecha las circunstancias que le llevaron al poder para llenar el vacío interior y dirige su ejecutoria a profundizar las diferencias bajo el esquema de divide y vencerá, lo que si bien propicia un ambiente de castigo que es favorecido por el pueblo, no es menos cierto que retrasa, a la larga, el proceso de un verdadero desarrollo armonioso del país.

Todo lo anterior sirve para enmarcar, desapasionadamente, las intenciones de los líderes emergentes. Podemos establecer seis puntos para evaluar si se es un verdadero líder emergente.

1. Guía la institucionalización, respetando la división de poderes.

2. Se ajusta a la visión trascendente en la cual la pluralidad se valora.

3. Establece un programa de gobierno en el que los diversos sectores sociales armonicen en un programa integrado de respuesta nacional.

4. Canaliza la rabia hacia un programa de integración de los diferentes sectores productivos y sociales para la creación de una economía saludable.

5. Valora los diferentes estratos económicos y sociales y facilita el cómo pueden aportar al plan nacional.

6. No opera dentro del marco de reformas de parches continuos.

7. La visión de nación a largo plazo define lo que le devolveremos a las futuras generaciones que nos prestaron el presente.

8. Establece un proceso de Planeación Nacional con la participación de todos los sectores, y que no pueda ser alterado por gobiernos de turno.

9. Redefine la soberanía nacional como la capacidad de garantizar del bienestar social en medio de una sociedad globalizada, y la cultura nacional como asidero psicológico emocional.

10. Establece un lenguaje de altura en la confrontación política, necesaria y saludable como elemento clarificador de ideas, verificador de rumbo, y denuncia a favor del bienestar general del pueblo.

Mientras culpemos a los sistemas, a la tecnología y a los cambios, sin enfocarnos en el desarrollo Interior del ser humano, seguiremos avanzando en el curso de la entropía socio-económica en la que estamos.

Todo lo anterior nos dice que el nuevo analfabetismo, es la ausencia de valores para orquestar una política nacional de integración.

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