Por si alguien dudara de la interconexión e interdependencia de todas las partes del cuerpo, en esta ocasión les comentaré sobre el llamado órgano secreto: La fascia, o el tejido que envuelve y da soporte a músculos, huesos, nervios y órganos.
Es esa red de tejido conectivo en bandas, que envuelve todas las partes internas del cuerpo desde la cabeza a los pies y lo fusiona todo. Permite que los músculos se muevan libremente junto a otras estructuras y reduce la fricción.
Tenemos muchos tipos de fascias; desde la muscular hasta la de huesos, nervios, órganos, vasos sanguíneos y células, se conocen alrededor de 100 tipos diferentes, porque hay más tejido conectivo que ninguna otra cosa en el cuerpo; está en todas partes y crea un marco flexible que genera compartimentos y a la vez conecta.
Se le conoce como aquello que da continuidad, coherencia, integridad y protección a toda la estructura corporal. Como la fascia es todo lo que nos conecta en el cuerpo, es tan extremadamente importante, que por su buen funcionamiento vivimos y por su mal funcionamiento morimos.
Cualquier trastorno emocional como el estrés, el miedo, el enfado, la ira, la depresión, o cualquier emoción negativa produce una tensión y acortamiento del tejido fascial, porque estamos llenos de tensiones internas, y la fascia registra todo y lo almacena porque tiene memoria. La fascia se va adaptando continuamente hasta que no puede más y te para. Por eso es importante escuchar lo que nos dice el cuerpo antes de llegar al límite.