El longevo Romero Confesor

El longevo Romero Confesor

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
No hay dudas que el conocimiento previo que tenía la opinión pública de quien sería el juez de la Suprema Corte de Justicia que determinadas entidades profesionales, principalmente de ONGS que se nutren de dinero de organizaciones internacionales, exigirían que se cumpla la ley en cuanto a la edad de retiro, lo cual ha despertado preocupación de los sectores que creían que ya el más importante tribunal de la República estaba libre de toda duda en cuanto a su actual imparcialidad.

Así como cuando fue seleccionado para integrar la Suprema Corte de Justicia, ahora de nuevo, el doctor Romero Confesor se ve en el vórtice de las opiniones porque ha llegado a la edad estipulada y por ley el Consejo Nacional de la Magistratura debe proceder a su relevo, desatando todo tipo de opinión, a favor o en contra, en donde lamentablemente en muchas posiciones predomina el afán de herir el tribunal y malograr sus objetivos de continuar con el saneamiento de la justicia.

Los intereses dudosos, tal como lo habían hecho en 1997 cuando se instaló el Consejo Nacional de la Magistratura, que dio lugar a la actual Suprema, volvieron por sus andadas, y si aquella vez se sintió que el máximo cuerpo legal quedó integrado por varios jurisconsultos de amplia data profesional, pero de marcado antibalaguerismo, más luego, para complacer al ahora difunto líder del reformismo, el doctor Romero Confesor fue señalado para integrar la Suprema Corte de Justicia después que se ampliara la membresía de ese tribunal.

Romero Confesor, oriundo de Bonao, ha desarrollado una amplia y conocida carrera profesional y cívica en su comunidad, allí le dio a sus munícipes todos sus afanes de servicio a través del club de Leones, y en otras entidades desarrollistas. Siempre estaba preocupado por lo que más le convenía a su querida población. Desde sus inicios como profesional, se dedicó por entero a rescatar a una comunidad que había quedado en la orfandad después que desapareciera la dictadura de Trujillo.

Muchos destacados hombres bonaeros, con deseos de servir a su pueblo natal, con Romero a la cabeza, se unieron a los afanes desarrollistas del pueblo, destacándose Críspulo Genao, Bolívar Abreu, Plinio Frías, Amadeo Pellice, Frank Núñez, Nicolás Concepción, Ulises Luna y otros, cimentando las bases de entidades que servirían de canales del desarrollo de ese municipio, convertido años más tarde en la provincia de Monseñor Nouel.

En el club de Leones de Bonao, Romero supo canalizar sus inquietudes comunitarias y de servicio, colocando al club como uno de los líderes de la región cibaeña, encontrando el apoyo de otras personas que llegaban a la comunidad a trabajar con la Falconbridge Dominicana. En sus conversaciones con sus amigos de antaño, y los nuevos que se granjeó de los que llegaban a vivir y compartir con Bonao, expresaba su sueño de que quería culminar su carrera como juez de la Suprema.

Romero salta a nivel nacional cuando el Presidente Balaguer lo designa como Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo y de inmediato se le ubica como un auténtico balaguerista de una acendrada devoción por el fenecido líder. Todavía muchos recuerdan aquella polémica a finales del siglo pasado que mantuvo con el fenecido líder del PRD, que Romero narra en su libro Añoranzas, donde el líder perredeísta le endilgaba a Romero que él no era ario, cuando éste sacaba a relucir los ancestros del doctor Peña Gómez.

Tanto Ubi Rivas en ésta páginas, como Clave Digital, han destacado los valiosos aportes de Romero a la judicatura, particularmente el último que describe aquellas reuniones de 1994 para reformar la Constitución, en que Romero tuvo destacada participación junto a distinguidos abogados del PRD y de donde nació el Consejo Nacional de la Magistratura.

Es lamentable que los políticos, y sus ONGS aliadas, quieran destruir la escasa institucionalidad existente, contando con la hegemonía en sus decisiones y presiones para usufructuar los cargos de la administración pública. Pero hay cosas en la vida que no se sabe como ocurren, y cuando Romero Confesor fue escogido hace cuatro años para la Suprema, fortaleció la ruta de lograr un avance de la justicia y consolidación de la misma. Los que conocemos al doctor Romero sabemos que no se prestará a maniobras turbias, ni mucho menos a favorecer a algún sector político ni a los tradicionales sectores del poder económico o social del país. la excusa de la edad para sacarlo es quizás para insertar a un profesional que obedezca los intereses de quienes apuestan al desorden perenne del país.

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