Pero estableceré mi pacto contigo; y entrarás en el arca tú, y contigo tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos. Génesis 6: 18
Dios ama la familia, y lo vemos cuando llamó a Noé para que construyera un arca. Salvó esa familia del diluvio, no permitiendo que alguno pereciera en medio de las aguas que cubrían la tierra.
Noé entró confiado con los suyos, mientras los demás veían y no hacían caso del llamado de Dios para entrar al arca. Por eso murieron ahogados; teniendo la oportunidad, la desecharon.
Así mismo actúa Dios con nosotros, y nos advierte de los peligros a los cuales está expuesto nuestro hogar. Nos da las directrices de cómo protegernos del mal que ha sido desatado y que es imposible de detener.
No ignoremos la voz que nos habla y nos muestra el lugar donde nuestra familia está segura, para que nos refugiemos en él hasta que cese la lluvia que quiere ahogarnos.