El manejo de la influenza aviar

El manejo de la influenza aviar

JUAN BOLÍVAR DÍAZ
Antes de que el brote de influenza Aviar se convierta en otro «caso de campaña electoral», el gobierno debería concentrar sus mayores energías en adoptar todas las disposiciones que correspondan sin la menor dilación de tiempo y sin ocultar información.

En lo inmediato las autoridades han tenido que dar una mano a la golpeada industria avícola nacional, comprándole dos y medio millones de pollos y estableciéndole un subsidio de 7 pesos por cada libra del alimento, hasta que puedan reanudarse las exportaciones.

Por de pronto el brote y sus consecuencias habrá servido al menos para que se pondere el significado del comercio con Haití, y para que muchos revisen conceptos obsoletos sobre las relaciones bilaterales. Cuando faltaba poco para que algunos reclamaran el envío del ejército dominicano a la frontera para «persuadir» a las autoridades haitianas a que levantaran el veto a las importaciones de huevos y pollos, un informe preliminar de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) vino a demostrar que la situación se va complicando.

El texto completo del informe rendido por una misión técnica de la FAO que vino al país entre el 18 y el 28 de enero pasado, publicado en su edición del jueves por el diario El Día, deja insatisfacciones sobre la eficiencia con que se ha enfrentado el brote.

Lo primero que resalta es que ya la influenza Aviar no es cuestión de un par de gallos en Higüey, sino que se ha extendido por amplias zonas, incluyendo a San Juan, Barahona y Peravia en el sur; La Vega en el norte; San Pedro de Macorís en el este; y en la propia capital, con el agravante de que en esta ya no se registró en gallos de pelea, sino en pollo de venta en el mercado de productores de la Feria Ganadera. 

El informe técnico sugiere, tal como titulaba HOY el viernes, que las autoridades están obligadas a arreciar la lucha contra el virus. «Las medidas para prevenir el brote se han limitado, hasta hoy, a la eliminación de las aves positivas. No se han tomado las medidas de mayor impacto, tales como restricción de movimiento y eliminación de contactos que indiscutiblemente tienen mayor costo directo e indirecto», señala.

Indica que faltaba decretar el brote como «una enfermedad de interés nacional”, así como que “no ha existido comunicación del avance de la infección en forma oficial a la OIE (Organización Mundial de Salud Animal) ni a la población dominicana.

Son muchas las observaciones de los técnicos de la FAO pero es particularmente relevante su consideración de que «los procedimientos de control y erradicación actuales son aún insuficientes y no permitirían controlar y erradicar el virus del país».

Cuando autoridades dominicanas subestimaban la situación diciendo que el brote equivalía a un «simple mosquillo» y se vendía la idea de que mantener la restricción a la importación de pollos y huevos dominicanos era como una necedad, la misión de la FAO concluyó en que «el riesgo de exposición viral a la República de Haití es muy alto dado  las características del comercio entre ambos países», llegando m s lejos aún al señalar la existencia de «riesgo eventual de diseminación viral a los demás países del Caribe».

Entre las recomendaciones de los técnicos se señala emitir un decreto que autorice a la Dirección de Ganadería a adoptar con autonomía las medidas de control y erradicación necesarias, lo que inexplicablemente no se ha hecho, y asignar los recursos necesarios para implementar un plan de emergencia, proveer equipos y montar técnicas de aislamiento virológico.

Así mismo se recomiendan cuestiones tan elementales como suspender las peleas de gallo, ya que la mayoría de los brotes han ocurrido en estas aves, que además son trasladadas frecuentemente aumentando los riesgos de expandir el virus. Poco después de conocerse la epidemia, se llegó a anunciar la suspensión, pero luego fue dejada sin efecto.

Parece que se ha perdido tiempo subestimando la situación mientras el virus se expande. Que después no se alegue que se está politizando esta nueva tragedia. Mientras tanto hay que dejar constancia que los tres técnicos facilitados por la FAO, vinieron de países tan lejanos como Argentina y Chile, que tienen experiencia en la influenza Aviar.

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