Tomar en cuenta cada detalle de la decoración de su hogar es muy importante, ya que cada elemento que se incorpora  debe de ser utilizado sin olvidar la temática central.

La mesa, ya sea  del comedor, la sala o de esquinero, es un elemento decorativo que suele ser un punto focal en la ambientación creada por usted. Por lo regular, se les suele agregar algún  centro de mesa o accesorio que añada  color, vida  o  elegancia.

Pero existe otro elemento que es una opción acertada  al momento de decorar sus mesas: los manteles. Este es el traje principal de la mesa, y es perfecto para dar una nota de color.   Además, su  uso es muy práctico y agradable.

En la antigüedad, vestir la mesa era signo de distinción entre la nobleza,  y los manteles estaban bordados con hilos de oro y tenían incrustaciones de piedras preciosas.

Ahora, al seleccionarlo debemos buscar que esté acorde con la ocasión y los accesorios que se van a utilizar. Esto no es difícil, pues puede encontrar manteles en diferentes tamaños, diseños y materiales para que  escoja el que más se acomode a su gusto y necesidad.

Actualmente hay  quienes   piensan que vestir la mesa puede ser complicado; sin embargo, el uso del mantel resulta más práctico y agradable de lo que se piensa.

¿Cuál es el tamaño adecuado?

El tamaño de los manteles varía dependiendo de la  forma de la mesa. Las  rectangulares de cuatro puestos miden  72” x 54”; de seis puestos, “72 x 90”;  de ocho puestos, “72 x 108”; también hay   para diez, doce y veinte puestos. Entre los materiales con los que se confeccionan están el  algodón, poliéster, organza y los tejidos (hindúes). Generalmente los manteles incluyen servilletas que hacen juego  para guardar sintonía con todo el conjunto.

La clave está en seleccionar un mantel que se ajuste a su mesa. La caída ideal para que se aprecie la belleza del mantel es entre 6″ y 12″ por debajo del borde de la mesa. Para esto es necesario saber las dimensiones de la mesa antes de  comprar el mantel.

Recuerde que aunque  debe cubrir  por completo la parte superior de la mesa,  no debe  colgar hasta el suelo. La regla general es que cuelgue, como mucho, un tercio de la distancia que haya desde la mesa hasta el suelo. Por supuesto, tampoco deberá quedar corto, dejando al descubierto una parte del  mueble o  quedando a “ras” de la mesa, como cuando tapa justamente hasta el borde.

En cuanto a color

El color más utilizado y elegante es el blanco; le siguen  los tonos  pasteles suaves o el sofisticado  marfil. En determinadas ocasiones, como Navidad, por ejemplo, se pueden utilizar manteles con diversos motivos referentes a la fecha. Las servilletas deben estar a juego con el mantel.

Función

Este elemento tan importante no sólo embellece, sino que  protege la base y viste la superficie, imprimiendo personalidad y versatilidad no solo a su mesa sino que de igual forma al en torno en general.