El maquillaje de esta temporada está repleto de pigmentos bronceadores, de luz para realzar la mirada y de iluminadores para potenciar los rasgos.
¿Quién dice que en verano no nos maquillamos? La piel bronceada por los rayos solares también puede verse realzada con brillos que consiguen un aspecto sedoso y jugoso del rostro, ideal para brillar en una velada de verano.
Según un estudio de Revlon, al 90 % de las mujeres les gusta maquillarse, pero solo cuatro de cada diez se maquilla diariamente, siendo las más jóvenes las que lo hacen habitualmente cuando tienen planes, como ir a cenar fuera u otras salidas.
El orden sí altera el producto. La firma Guerlain apuesta por los polvos bronceadores y el iluminador como la “pareja del verano”, tal y como los define Eliecer Prince, maquillador de la firma, quien considera que “el orden de los factores sí altera el producto”, una razón por lo que recomienda algunas claves prioritarias de uso de los productos.
“El punto de partida -comenta Prince- es la crema hidratante, de la que hay que retirar el exceso suavemente; después viene el momento de los polvos bronceadores y, por último, el iluminador”.
¿Dónde dosificar el iluminador? Después de tener claro el orden, lo “más importante es delimitar bien el marco de acción de cada producto sin que ninguno de ellos robe protagonismo al otro”, indica el maquillador. Los polvos bronceadores van en frente, mejillas, nariz, la barbilla y el cuello.
El iluminador hay que aplicarlo sobre el hueso exterior de las cejas, la parte alta del pómulo y el arco de cupido (el espacio que va de la nariz a la parte central de los labios).
“Menos es más, sobre todo en el caso del iluminador”, explica Prince, y más cuando se van a aplicar polvos bronceadores por todo el rostro. “Es preferible repetir la operación hasta obtener el efecto deseado”.
En el caso del iluminador recomienda su uso en barra y realizar un trazado en C, “la letra mágica para iluminar el rostro”, opina.
Mejor comenzar por la parte alta del pómulo, bordear el extremo de las cejas “dando un pequeño toque de luz en la parte alta y, si se desea un acabado más sofisticado, realizar un ligera impresión en el arco de cupido y el tabique de la nariz”, afirma el experto.
Para imitar el color que el sol deja en la piel, hay que aplicar el maquillaje terracota en las zonas que más se broncean: frente, mejillas, barbilla, nariz. Tres puntos sobre la frente (de izquierda a derecha), uno en la nariz, dos en cada mejilla y uno en la barbilla. Después hay que extenderlo hacia fuera. “Los dedos y las brochas están permitidas, pero nunca se debe extender el maquillaje en barra con una esponja”, recomienda Eliecer Prince.
Tonos del desierto. La firma Clarins propone un desembarco en el desierto en la edición de verano, en la que abundan los tonos tierra con resplandecientes destellos de luz. Tonos cálidos con toques de color puro que contrastan con una piel bañada por el sol.