El marketing está apelando a tus sentimientos

El marketing está apelando a tus sentimientos

David Díaz.

Los humanos somos seres racionales que sin embargo, muchas veces nos dejamos envolver por los sentimientos, la mayoría de las decisiones así no se quiera se basan en un sentimiento en vez de la crítica objetiva, los mercadólogos nos hemos dado cuenta de este hecho y en el ejercicio de las funciones hemos modificado la manera en que comunicamos los beneficios o atributos que un producto o servicio puede poseer y es que analizando cualquier industria de hoy en día, no importa lo que se esté comercializando, todas tienen algo en común, un alto nivel de competencia (a excepción de algunos monopolios que unos cuantos turpenes controlan).

Esta competencia implica una riña tan maciza que la simple exposición de la propuesta de valor no es suficiente para persuadir al consumidor potencial, y es que al menos que usted tenga ya una compañía multimillonaria y entre su círculo de amigos este alguien con un maletín andando de despacho en despacho sin ser visitador médico, lo más probable es que su proyecto no despegue sin un esfuerzo mercadológico diferente.

Ya no solo compramos por necesidad, más que nada compramos lo que nos gusta y lo que nos hace identificarnos por eso es que vemos anuncios de refrescos donde el centro no es el producto si no, los momentos felices en los que te acompaña la bebida, la alegría, el amor y otros cuentos de hadas de cuando éramos jóvenes y felices.

Vemos estrategias muy inteligentes en la banca donde no te venden una tasa por debajo del mercado, si no que te venden la posibilidad de lograr tu sueño de esa casa tan preciada, no te venden una tarjeta de crédito, te venden status (si no pregúntese porque hay colores diferentes en el plástico), pero una de las estrategias más brillantes es la de Mujer, una estrategia sensitiva para el hermoso ser más sensitivo de la naturaleza, aplaudo al mercadólogo que estratifico esa campaña.

Así que la próxima vez que este subiendo una foto en su tienda virtual de instagram, en vez de promover el material del vestido, enfóquese en transmitir lo hermosa que se vería la joven estudiante que se lo podría comprar si lo adquiere.

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