El Marketing Personal: zapata para el éxito y el legado (6 de 7)

El Marketing Personal: zapata para el éxito y el legado (6 de 7)

La República Dominicana al igual que todos los países del mundo tiene el sagrado deber de proteger su estructura de producción de alimentos. Las importaciones inoportunas se constituyen en el principal enemigo del productor local. En los últimos 4 años el país importó 12, 244,741 toneladas de productos agropecuarios equivalente a 10,054,398,506 millones de dólares.

El deterioro de la producción nacional se refleja solamente tomando como ejemplo las estadísticas de siembra y producción desde 2014 al 2017 y veremos que las áreas sembradas de habichuelas descendieron en un 43.3%, pasando de 331,743 mil tareas a 188,043 en el 2017.

El cultivo de papa bajó un 16,9% y la cantidad de terreno que se sembró de plátanos cayó en un 10%. En el 2014 se cultivó 61 mil tareas de yuca y para el 2017 se desplomó en 46 mil. La producción de frijoles que mermó 13.3% y la yuca un 12.8%.

En cambio las importaciones crecieron como la verdolaga. Vemos que en julio del 2019 se importaron 42,694 quintales de habichuelas y para el mismo julio pero del 2020, se importaron 202,705 quintales.

La prensa informó que las importaciones llenaron prácticamente por 10 meses los canales de venta de habichuelas dejando a los productores sin espacio donde colocar sus cosechas. Pues en julio se habían importado las que se consumirá hasta mayo 2021. El festival de importaciones de habichuela no tiene parangón.

En todo el 2019 se importó 358,631 quintales; pero en tan solo en los primeros 7 meses del 2020 y antes de entregar el poder, el gobierno pasado autorizó y se trajeron 852,739 quintales del grano.

El drama que vivieron en 2018 los productores de cebolla de Vallejuelo no pudo ser peor; le prometieron pignorar la cosecha y no les cumplieron. Les metieron desde el extranjero 30,000 quintales.

Los precios se fueron al suelo y perdieron $75 millones.
El cuadro de los productores de ajo de Constanza fue desalentador. En el 2016 sembraron 22,000 tareas y por causa de las importaciones al año siguiente 1,500 tareas.

Cabe recordar la denuncia de Leonardo Faña contra José Ramón Peralta, otrora poderoso ministro administrativo, cuya empresa introdujo 308 mil libras de ajo compradas en China a $35 la libra y colocadas en las pulperías y supermercados a $329 las 16 onzas.

Por esta y no por otra razón, los productores dominicanos satanizan las abusivas e implacables importaciones.

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