El más digno entre los indignos

El más digno entre los indignos

POR GÜIDO RIGGIO POU
A mi amigo Joaquín Ricardo.
(Ante vuestro juicio prematuro)

La polémica que ha suscitado nuestro artículo “El más digno entre los indignos” donde ponemos en relieve ciertos aspectos de la vida cortesana y vivencial del doctor Joaquín Balaguer  durante la Era de Trujillo , y que son confesiones intimas, de su mundo psicológico ,puestas de manifiesto en su libro  “Memorias de un Cortesano”, no es para mi sorprendente.

Lo que sí me ha sorprendido ha sido la forma, la reacción de mi apreciado y recordado amigo de infancia de la calle El Pantalón  de Santiago, Joaquín Ricardo, quien ha  publicado en las páginas de opinión del periódico HOY un articulo en dos partes los días lunes 21 y martes 22 del presente año ,titulado  “Ante un juicio prematuro”. En este artículo Ricardo trata de responder las consideraciones que sobre el doctor Balaguer señalamos ,sobre sus aspiraciones históricas por su actuación en la “Era de Trujillo”, de su tesis apologética .Consideraciones  formuladas  y ajustadas siempre  a la luz  de las confesiones  que el mismo  Balaguer hace en sus “Memorias”.No hemos falseado, ni siquiera desafinado, las escrituras de Balaguer como alega Ricardo.

Quiero señalar ,con carácter general, que el  “argumentum ad hominen” , “argumento contra el hombre”,es  el argumento, dentro de las falacias lógicas (trampas, falsedades) ,más recurrido por los polemistas .  Tiene esta conocida argucia el  claro propósito de desacreditar a la persona, al expositor, para sugerir luego  que el argumento  que expone  no debe ser considerado como cierto.  He aquí el engaño: en vez de atacar los argumentos ,las razones argüidas, atacan a quien los escribe . 

Y recurren a esta patraña,  por carecer de razones de peso con las cuales enfrentar los planteamientos lógicos  que se proponen refutar.

El polemista en vez de dirigir sus argumentos y la atención  al escrito y a los argumentos que debe aplastar, dirige sus puñales hacia la persona que los escribió. Esta lucha, si también es asumida por el otro polemista ,suele caer al más bajo plano , al  plano de los insultos y del irrespeto , y lo que es peor,  al menosprecio del público lector y al medio que lo publica. Su único propósito es evadir la discusión y desviar la atención a temas secundarios ajenos a la cuestión . Recurrir a esta artimaña es una inequívoca señal de debilidad argumental. Este tipo de discusión, lejos de edificar la razón y la inteligencia, la prostituye, la degenera.

Esta singular falacia es usada por polemistas que tienen un público que se mueve más por el sentimiento y no por la razón.  Se usa , este engañanecios  y energúmeno argumento, no para proporcionar a su usuario la satisfacción de haber obtenido la victoria intelectual sobre su oponente  y sus argumentaciones ,sino que se usa para lograr una victoria “pública”, de papel, de trapo, haciéndole creer  a sus  desprevenidos acólitos, activistas   o fanáticos, que obviamente  son ignorantes de las trampas elementales que se esconden en la discusión, que  han vencido. Y  por demás esos discutidores  innobles, con sus falacias, al hacer a sus acólitos partícipes de sus fanfarronerías, los  desconsideran y los tienen como  a  tontos  indignos, porque están negándoles, con su trampa, el acceso a la verdad.

 Por otra parte, y en razón de mi razón  de apego a la verdad y a la razón , le manifiesto  , mi querido amigo Ricardo que no me voy a dejar conducir por el camino que  has indicado, aunque comprendo que vuestra desaforada actitud ha sido producto de sentimientos descontrolados que le acosan y que se explican por su cercanía, amor ,parentesco y más que nada agradecimientos muy profundos ,que como a muchos dominicanos,  le atan a la memoria del fenecido doctor Balaguer . Espero que en el fondo comprendas que él fue un hombre público que gravitó enormemente en la conciencia nacional y que el juicio de la historia, y todos los dominicanos  tenemos el deber y el derecho de analizar sus hechos para sacar nuestras conclusiones y ofrecérselas a las futuras generaciones, a la Patria  que es lo que verdaderamente importa . Es dentro de este contexto ,y no  de otro, donde debes ver mis planteamientos. Acepto el reto, mi querido contrincante, en el limpio campo del juicio , de la idea y del pensar, más no en al campo del insulto, la mofa, la ofensa y los sentimientos que ciegan la razón. Agredir a la persona no es el peor delito en una discusión entre caballeros , hay algo más importante en el trasfondo  de todo esto, por que no es sólo a mi persona a la que agredes, agredes a los míos, a los tuyos y a ti mismo. Al usar el argumento ad hominem estás agrediendo también  a la sensatez, a la verdad, a la luz: patrimonio supremo del hombre. A ti Juaco ,  a los tuyos : “Ni  con  el pétalo de una rosa”.

Creo que es mejor que sean los lectores quienes consideren mi escrito, mis argumentos, y que comprueben que todas las citas que traigo a colación están localizables, legibles  y claras en las páginas señaladas y en el libro citado. Con relación a lo que afirmas falazmente de que usé citas inexistentes, debes revisarte;seguro que por “error” aplicaste, empleaste o elegiste, una edición  diferente a la nuestra . La nuestra es la sexta edición del 10 de febrero de 1989, salida de los talleres de la Editora Corripio, y  tiene una cubierta dura, azul muy oscuro, con letras verdes que en el dorso  dicen: Memorias de un cortesano de la ‘Era de Trujillo’, Joaquín Balaguer. En esta edición lograrás encontrar todas las citas que hago y calmar tus temores. Encontrarás en la página cien (100) la  cita que no encontraste,  la cita que Balaguer hace sobre Miguel Ángel Garrido ( y que dices que no está),  y de quien afirmas indelicadamente que yo detracto y enlodo ,cuando lo que hago es exactamente lo contrario ,al coincidir con Balaguer en sus alabanzas a tan digno personaje, porque esto es parte importantísima de mis argumentos .Sabes  muy bien que cuando Balaguer lo señaló  con su índice como “un erecto” de la sociedad dominicana  , en ese mismo instante su mano tenía los otros  tres dedos señalándole  a él,  acusándole de ser un indigno que no tuvo la valentía de mantenerse erecto como aquel. Por esto corrompes mis afirmaciones.

 Pon mucha atención a esto que te voy a señalar .No se si te diste cuenta  que cuando afirmaste en tu escrito que no crees que Balaguer “lleve inexorablemente una pesada carga moral e histórica a causa de las vejaciones , asesinatos y robos que se cometían contra el pueblo dominicano” en la Era de Trujillo (como yo afirmo en mi escrito)estás traicionando su memoria, lo estás deshumanizando, te estás poniendo del lado de sus detractores. Porque no cabe en conciencia alguna que un hombre no pueda ser conmovido en lo profundo de su ser, por haber vivido dentro de las atrocidades que cometió un tirano como Trujillo, quien  ordenó, entre muchas cosas, el  horrendo asesinato de las hermanas Mirabal. Este crimen pesó tanto que despertó la conciencia de los Héroes del 30 de Mayo. Todos los dominicanos,en mayor o menor medida, llevamos y llevaremos esa pesada carga moral e histórica. Esté usted seguro que como poeta y ser sensible y humano que fue Balaguer, se fue con esa pesada carga a la tumba. De tu afirmación podríamos hacer un pequeño e interesante ensayo.

Como adviertes, puedo responderle puntualmente cada una de sus consideraciones  hasta saciar tus desvaríos, o los que puedas adicionar . Pero en lo que no le puedo complacer, amigo Ricardo, es en que yo me arrastre a vuestro terreno,  al terreno de lo personal , al terreno del irrespeto de la razón, al irrespeto de nuestros lectores .Puedo concederle un duelo como caballeros de Santiago que somos: con una pluma como machete en una mano, y  en la otra  y como escudo, la razón.

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