El pasado 25 de septiembre se cumplieron 58 años del fatídico Golpe de Estado Cívico-Militar que depuso al profesor Juan Bosch apenas cumplido 7 meses de su gobierno legítimo, democrático, habiendo alcanzado un arrollador triunfo, encima del 60% de los votantes, en unas elecciones limpias y puras.
Juan Bosch, autodidacta, culto escritor, ensayista, historiador, cuentista internacionalmente reconocido, además de político experimentado prestando sus servicios a presidentes de Venezuela, Costa Rica y Cuba, ajusticiado Trujillo decide romper su exilio voluntario de 25 años, enviando a sus emisarios encabezado por Don Ángel Miolán, a explorar la situación existente para regresar a su patria amada nunca olvidada siendo creador y líder del Partido Revolucionario Dominicano, iniciando de inmediato una vigorosa campaña política-educativa, abriéndole los ojos y creando consciencia en el corazón del pueblo a través de sus alocuciones radiales que aguardaban ansiosos sus militantes y simpatizantes para conocer, aprender y seguir sus orientaciones: “Si te dan dinero, cógelo; después vota según tu conciencia.
¡Vergüenza contra dinero.” Y así fue su gestión gubernativa habiendo identificando como “tutumpotes” a sus adversarios, una rancia casta social, política, económica, religiosa (católica) y militar de extrema derecha ambiciosa y temerosa de perder su hegemonía.
Habiendo recorrido medio el mundo después del golpe de Estado, logró fortalecer sus ideales siendo la gloriosa Revolución de Abril 65 que derroca al“Triunvirato” de Donald Read y lanza al pueblo a la calle a la llamada de José Francisco Peña Gómez, quien, en ausencia de su profesor, anuncia por Radio Televisión Dominicana el levantamiento del campamento militar 27 de Febrero y ante la insolencia y mal trato del embajador de Estados Unidos, el Coronel Francisco Caamaño decide poner bajo su mando los militares y soldados constitucionalistas unido al pueblo para enfrentar las tropas mercenarias de San Isidro, derrotadas en la batalla del Puente Duarte, que precipita el llamado de una nueva intervención militar del gobierno de los Estados Unidos, seguida de la amañada intromisión de la OEA auspiciando un acuerdo de paz nunca cumplido.
Bosch estaba seguro de que los potentados no permitirían su vuelta al poder. Su mayor empeño era lograr la salida de las tropas intervencionistas, y Joaquín Balaguer era el garante que les aseguraba durante su funesto periodo de12 años de gobierno perseguir y exterminar la juventud revolucionaria opositora, varios recientemente reconocidos entre ellos Amín Abel Hasbún, vilmente asesinado, un 24 de septiembre. La llegada de la expedición de Playa Caracoles, fraguada por el Coronel Caamaño, cobardemente asesinado, fue la piedra angular que rompió definitivamente las relaciones de Bosch y Peña Gómez,